Relatos Eroticos.

orgasmo a primera vista

Era y estaba siendo la primera vez que nos íbamos a ver, hace dos casi tres meses que hablábamos y estaba muy emocionada.
Al comience solo fue una charla casual, comentarios tras comentario, coqueteo tras coqueteo... Sexting, fotos, videos, llamadas y videollamadas. El tenía un par... O unos pares de años más que yo, y si sabía cómo manejar la situación, era su pequeña, que rico ser su pequeña. Sus roles de juego, se notaba que le gustaba manejar la situación, hablando sexualmente, sabía que hacer y dónde ir... Si, fue una buena primera vez, de todas las primeras veces.

Nos vimos en la cafetería cercana más a la playa, vino de visita este fin de semana largo, yo estudio y el trabaja, así que nos quedó cómodo ambos pasar estos días juntos, pero la situación principal fue la más importante.

Apareció, alto, hermoso, se notaba sus ojos cálidos, esa sonrisa tierna, sus cabellos un toque revueltos pero concretos, como si estuviera todo muy calculado, hasta era sabio y prolijo en eso, estaba vestido casual, camiseta y pantalón negro, muy sutil.
Me regaló un vestido y apenas me vio dijo: "te pensé demasiado con el, y de verdad, no sé si estás o eres mil veces más guapa de lo que me he imaginado, te queda a la perfección, realmente a la perfección" me sonroje y le respondí "¿tanto te gusta?" "Me gustas, me encantas, ven" me acerque, me senté a upa, entre sus piernas, estábamos en el balcón del hotel donde alquilo, es precioso, frente al mar, ya era un poco tarde, se estaba acercando el atardecer "vayamos a caminar" dijo. Fuimos, realmente era un atardecer precioso, caminamos y hablamos, nos quedamos arriba de todo, en las montañas de arena, dónde ves pero nadie te ve, estaba acostada y el al lado mío.
Reímos y hablábamos, hasta que por fin, me besó, estuvimos un buen rato, esos besos tan fuertes, tan intensos, la tensión sexual era tan alta, las respiraciones.. empezo a acariciar mi pierna, entre mis muslos, hasta llegar a mi entrepierna, tan pronto como lo hizo se dió cuenta que no tenía nada, sonrió y dije "que traviesa" y empezó a acariciar, estaba tan húmedo, tan caliente, estaba tan necesitada de eso, empezó a frotar y frotar mi clítoris que dios, lo hacía tan bien. Lo empezó a hacer despacio pero a medida que pasaba yo me movía pidiendo más y más, me metió los dedos, primero dos, después tres y no sé si llego a meter cuatro, solo se que lo quería más a dentro y más adentro
"Arriba" me dijo, bajo sus pantalones hasta mítad del muslo, bajo los boxers, sin esperar más me subí tan caliente, tan húmedo, dios. De la primera entrada, tan solo la punta ya lo sentí, apretado, un gemido de primer instante me salió sin pensarlo,  Me agarró de las caderas, y empecé a moverme, se sentía tan rico, estaba el frote en mi clítoris y a él lo sentía tan al fondo, movía sus piernas para más profundidad, se escuchan los choques de tan mojada que estaba, se escuchaban sus suspiros, y mis jadeos, me agarró del cuello y me llevo a su boca "vente para mí, pequeña" y eso me hizo volver loca, me movía más y más, sintiendo ese six de que me estaba por venir hasta que lo hice, esa liberación, esa contracción, y el alivio de sentir como todos los fluidos caían en el y aún así, no paro, me daba más y más, yo con mi sensibilidad y el con más fuerza y rapidez dios.
Me saco de arriba y me puso en cuatro, dios que fuerte, se sentían los golpes, hasta el fondo, se sentía lo caliente que estaba el y yo ya me volví a calentar, movía mis caderas pidiendo más, se escuchaba los golpes de mi culo en el, no quería que pare, ya estaba tan caliente de nuevo, sentí su lengua moverse sobre mi, subsionado cada fluido que quedaba de mi venida anterior, sentía como absorbía, pasaba la lengua, besaba, cada parte de mi, estaba Dada a todo lo que el me quiera hacer, y lo sentí, de nuevo, a dentro mío, pero aún más fuerte y consiso.
Hasta que, lo sentí, sentí como se vino. Se hizo sentir, me dió unas últimas penetraciones hasta que la saco y sentí como todo su semen caía sobre mi.

Quedamos así un buen rato, reímos un par más, seguimos con besos, hasta que se hizo la noche, el frío empezó a recorrer más y volvimos al departamento. Eso fue la primera pero no la última de las mejores que pasamos.