Capítulo 1

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El día que lo conocí fue tan único como él.

El simple hecho de imaginar que algún día yo podría estar con un chico como él era una completa locura, aún a veces sigo sin creer que lo tengo en mi vida. Pero volvamos al día en que todo comenzó.

Un día, como cualquier otro salí con Andrea, mi mejor amiga. 

Luego de acompañarla a casa ese día, me encaminé a mi casa, ¿Qué podría pasar? vivíamos tan solo a unas cuantas calles, unos 15 minutos caminando. A mitad del camino sentí mi teléfono vibrar en el bolsillo de mis jeans, al revisar, era mi madre llamándome. Ella no vivía conmigo y tenía unos días sin hablar con ella, así que me ponía muy contenta recibir su llamada.

Mi madre y mi hermana, Taylor, vivían en Colorado y yo, en Los Angeles.

Me detuve para contestar y justo cuando mi dedo estaba por deslizarse por la pantalla de mi celular sentí un golpe. Un chico rubio que al parecer venía en patineta había chocado conmigo provocando que mi teléfono resbalara de mis manos y cayera al suelo tras el impacto. Yo también había caído.

Aquel chico también se había caído y su patineta había quedado unos metros más allá, tardó unos segundos en reincorporarse y cuando lo hizo, su primera reacción fue ir hacia mí en lugar de su patineta, lo cual honestamente me sorprendió.

—¿Estás bien? — preguntó el chico acercándose preocupado hacia mí.

Me entendió su mano para ayudarme a ponerme de pie.

—Deberías andar con más cuidado— respondí molesta mientras él me ayudaba a levantarme.

—Lo siento, venía doblando por esta calle recién por lo que no te vi y no me detuve a tiempo— pasó la mano por su desordenado cabello, estaba visiblemente apenado.

No dije nada y solo lo miré mal, no quería discutir con un extraño y solo quería llegar a casa.
Busqué mi teléfono con la mirada, lo encontré después de unos segundos. Caminé hasta el y lo tomé, la pantalla estaba estrellada por el impacto al caer tan brusca y repentinamente al suelo.

—Oh mierda— exclamé mientras tomaba el teléfono del suelo.

El chico se acercó a mí a ver qué ocurría.

—Tu teléfono se ha roto— me miró con terror.

—No me digas— dije sarcástica.

Intenté encenderlo, pero no funcionaba, éste simplemente no servía más y claro que estaba aún más molesta con aquél desconocido. Había arruinado mi día "atropellándome" y ahora rompiendo mi teléfono. No sabía quién era y ya me estaba cayendo mal.

—Lo siento de verdad, fue mi culpa— suspiró y mordió ligeramente su labio inferior —te compraré otro, confía en mí— me miró suplicante esperando que lo perdonara.

Entrecerré los ojos y negué con la cabeza.

—¿Crees que confiaré en un completo desconocido que acaba de romper mi teléfono? No soy ingenua así que solo aléjate de mí por favor — respondí de mala gana.

Quizá yo también tenía algo de la culpa pues me detuve en medio de la banqueta, pero él venía detrás de mí, debió detenerse.

—Me llamo Ross, ya no soy un desconocido— se presentó con una pequeña sonrisa de lado tímidamente y me extendió su mano.

Lo barrí con la mirada.

—Me llamo ______ —dije seria y acepté su mano, solo por educación.

Él examinó mi rostro dándose cuenta de que yo seguía enojada.

Más Que Amigos (Ross Lynch ) /Terminada/ (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora