Y al oirte cantar otra vez,
pude reconocer el hermoso timbre de tu voz, la forma en que dibujas cada palabra y como armonizan las notas de tu guitarra.
Pude darme cuenta que algunas cosas son hermosas y permanecen estaticas durante el tiempo. Los quiebres de tus melodias que retumban en mi.
Cada nota que das, cada verso recitado, todo el universo de tu voz, todo aquello que me enamoró alguna vez se mantiene estatico, como tu forma de cantar, estatico y permanente, siempre dentro de mi.