Era un día común, estaba en mi habitación. Llovía y llovía sin parar. Era la peor tarde lluviosa. Este tipo de días así, me ponen un poco triste, prefiero un buen día soleado, eso sí, tampoco tan caluroso. Ese es mi prototipo de "Día perfecto".
No me gustan para nada los días lluviosos, porque en vez de dormirme como hacen las demás personas, me pongo a pensar y a reflexionar mientras veo la lluvia caer. Me ponen a pensar en muchas cosas, sobretodo en el pasado, en mi padre y todas las cosas que pasó mi madre.
¿Por qué mi padre nos dejo solas?
¿Por qué mi padre no fue a mí nacimiento? Esa eran las preguntas que me hacía a mi misma...
El día que nací fue un día muy feliz para mi madre, pero para mi padre, por lo visto no lo fue, ya que no asistió ese día. No se sabe absolutamente nada de él.
Es triste cuando una persona te deja, y más si esa persona es tu padre. Ni siquiera tuve la oportunidad de verlo, de hablarle o de darle un abrazo.
Empecé a llorar...
Después de unos minutos, alguien toca la puerta de mi cuarto.
-Hija, abre por favor.- Me dijo mi madre mientras tocaba la puerta.
-Ok mamá un momento.- Le dije mientras me secaba las lágrimas y me dirigía hacia la puerta para abrirle.
-¿Qué pasa Alisson? ¿Por qué lloras?.- Me preguntó mi madre algo preocupada.
-Por lo de papá.- Le dije mientras empezaba a llorar más.
Luego mi madre me abrazó y me dijo:
-Tranquila hija, no llores más, si tu papá se fue por su cuenta son problemas de él. Yo se que te duele, pero trata de no pensar en eso y tranquilízate. Todo va a estar bien y recuerda que yo estoy contigo y que nunca te dejaré.- Me dijo mientras me abrazaba.
-Gracias mamá.- Le dije mientras la abrazaba.
-Cariño, mírame a los ojos-. la miré a los ojos sin distraerme un momento.-Si Dios hizo que se fuera y nos dejara, fue por una razón, tal vez porque no nos convenia que estuviera con nosotras aquí, o tal vez no sería un buen padre para ti.
-Pues Dios al menos me hubiera dejado una foto de él.- Le dije algo triste y a la vez un poco enojada.
-No digas eso Alisson, si él no quiso ser parte de tu vida, es por algo, así que no vuelvas a mencionar eso.- Me dijo mi madre un poco molesta, pero con un tono de voz suave. Después reflejó una sonrisa en su rostro e inició a hacerme cosquillas.
Intenté contener la risa para aparentar estar bien sería, pero las cosquillas me ganaron y solté una gran carcajada y ella también inicio a reir.
Después de calmarnos un poco me dijo:
-Vamos, ve y cámbiate que hoy cenamos afuera .
Fuí directo a cambiarme y fuimos a cenar. Todo transcurrió bastante bien.
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