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Capítulo VIII: Herida

Era ya tarde noche y ella estaba muy cómoda en la bañera, disfrutando de un baño de burbujas, tomando un rico Blody Mery.

-Esto es vida-

Y de repente como si la vida quisiera que no tuviera un momento de relajación; un sonoro y desquiciante celular alteró la paz del lugar.

-Bueno?- al otro lado de la línea una voz gruesa y robótica le daba una serie de instrucciones que debían ser seguidas a la orden de ya!- De acuerdo, solo da me veinte minutos.- colgó la llamada.- Adiós momento de consentirme  y mimarme.- después de esa llamada salió de la bañera y a paso apresurado salió de su departamento.

  Al otro lado de la ciudad, a una alta velocidad una camioneta negra y blindada; estaba siendo conducida por un erizo que tenia una cara de angustia, en lo único que pensaba era en salvar la vida de su compañero.
Su compañero estaba en el asiento del copiloto, con una prenda cubriendo la herida haciendo presión en esta para que no se desangrara. 

-Ya estamos por llegar resiste un poco mas- la voz seguía alterada, llegaba a gritar de lo preocupado que estaba.

Había llegado a su destino en cuestión de segundos, que para él parecieron horas. Ni siquiera estacionó el carro, solo frenó, bajó de auto y fue por el erizo herido, lo cargo al estilo nupcial/princesa y lo llevo dentro del edificio.