No me faltes nunca.

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Te despertaste a las 9 de la mañana.Seguías cabreada y rallada por lo de ayer,así que te diste una ducha de agua fría y estuvistes allí un buen rato.No bajaste ni a desayunar,sólo querías hablar con Dani.Tu amiga te miró con cara suplicante,y al no obtener respuesta se marchó.No sabías dónde,pero tampoco te importaba.Vistes su móvil encima de la cama,y como te sabías su contraseña lo cogiste.Lo primero que hiciste fue mirar sus conversaciones de WhatsApp.La última era con Jesús,por lo que tus celos y tu cabreo aumentó.Sabías que estaba mal,pero te importaba una mierda lo que pasara.Abriste la conversación y te encontraste con los mensajes que desmentían lo que tu creías que había ocurrido.Sí es verdad que habían quedado,pero era para ensayar lo que te quería decir esa misma tarde.Tu amiga y Jesús merecían una disculpa,pero antes tenías que enviarle esa conversación a Dani,para que él también se quedara tranquilo,así que hiciste capturas,te las pasaste a ti misma y después a Dani.

-Quedamos ahora,en la puerta del hotel.Te espero allí,no tardes-te contestó Dani.

Bajaste y esperaste un rato hasta que apareció por la puerta.Os mirásteis aliviados y os fundísteis en un dulce y fuerte abrazo.

-Ya pasó todo...ha sido un malentendido enano...ya está...-le susurraste al oído.

Cuando os separásteis,esbozásteis una sonrisa nerviosa.Ambos estábais aliviados,pero ahora teníais que hallar la forma de disculparos como se merecen.

-Mira-dijo Dani-vivimos en el número 3 de la calle que ya sabes.Ves allí y llévale algo bonito a Jesús,que yo haré lo mismo con ella...

-Hacemos una cosa:vamos los dos a comprarles algo,yo me voy para vuestra casa y te doy a ti la tarjeta de la habitación para que cuando llegue ella ya estés aquí.

Estábais de acuerdo.Fuísteis a comprar los regalos correspondientes,os despedísteis y os marchásteis cada uno a vuestro destino.

-Número 3...número 3...núm...¡ahí!-dijiste.

Te plantaste enfrente de la puerta con el enorme osito blanco de peluche con un corazón en medio que ponía 'TE QUIERO'.Llamaste al timbre.Sabías que estaba en casa,así que te pusiste más nerviosa.

*DING DONG*

Oías pasos a través de la puerta.Finalmente abrió.Ahí lo tenías.

-Lo siento-dijiste casi en un susurro y con voz dulce.Tan dulce que parecía una niña pequeña.Giraste la cabeza hacia un lado y pusiste ojos de corderito.

Jesús te miró.Luego miró al peluche.Luego a ti otra vez,y después al osito de nuevo.Se empezó a reír.

-¿Qué te hace tanta gracia?-dijiste extrañada.

-Esto.Lo que estás haciendo.

-Si no me importaras no estaría haciendo esto.

-¿Sólo te importo?

-Te amo.

Jesús se acercó a ti.Cogió el osito de peluche,lo miró detenidamente y lo sujetó con una mano.Tras esto,te miró a ti y te dijo:

-No sé qué es más adorable y tierno:si el osito o tú.

-¡Pero vaya cursilada!-dijiste riéndote.

Jesús también comenzó a reírse.Pero hubo silencio por unos segundos.Entonces te inclinaste y le agarraste del cuello,empujándole así contra ti y haciendo que vuestros labios chocasen.Os hundísteis en un profundo beso.No hacían falta palabras,con eso lo estábais diciendo todo y más.

-No me faltes nunca.Jamás de los jamases...-dijiste.

-Nunca.Prometido.

Y vuestras bocas volvieron a unirse de nuevo.

La puerta se abrió.Ella encendió la luz y dejó las bolsas encima del sofá.

*PUM*

Se sobresaltó.Le pareció ver a una persona agazapada detrás de la cama,así que cogió una sartén y se aproximó hasta allí.Iba alzando la sartén más a cada paso que daba.Estaba a punto de golpear a la persona cuando...

-¡Dani!-gritó bajando la sartén.

-¡Creía que no salía vivo!...vaya susto...

-¿Pero qué haces aquí?

-Quería pedirte perdón por no creer...ya sabes,eso.Siento no haber confiado en ti,mi princesa.

De su espalda,Dani sacó un ramo de rosas rojas.Ella,al ver el ramo,se echó las manos a la cara asombrada.Quería llorar de la emoción.

-Dani,no tenías por qué hacer est...

Dani le cortó con un largo y apasionado beso.Sin palabras,literalmente.Sentían tantas cosas a la vez que parecía que estaban solos en medio del mundo.

-No me faltes nunca.Por favor,mi reina.

-Nunca,tranquilo.

Y se volvieron a fundir en un largo beso.

Lo bueno siempre se hace de esperarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora