#Amores fatales 1. BORRADOR.
Erótica. Intrigante. Letal.
«-Que el torbellino de pasiones desenfrenadas, y amores fatales, comience-»
Una mujer, perseguida desde hace varios años por los agravios, y la desgracia que provoca su hermana mayor. Y un hom...
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«Aun que por otro lado pienso que no debería verte nunca. Pero te veré por que te necesito» —Ernesto Sábato.
La riqueza.
¿Qué es la riqueza?
Se refiere a poseer en abundancia dinero o bienes materiales.
Y el poder.
¿Qué es el poder al fin y al cabo?
El poder es la habilidad para llevar a cabo una determinada acción. Implica poseer mayor fortaleza e intelectualidad en relación a otra persona, con el fin de superarlo en lucha o discusión.
Lane no sabía la respuesta concisa a esas dos preguntas cuando transcurría bajo las alas de la niñez, hasta que creció y fue viendo al mundo que la rodeaba como en realidad era.
Aun que ella entendía que ambos movían a los negocios, y que si tenías más riqueza que otros individuos: el poder de manipularlos aumentaba de sobremanera.
Y la venganza.
¿Qué era o es la venganza para muchos hoy en día?
Un plato que se sirve frío o una reprimenda que se ejerce sobre una persona o un grupo de ellas por una acción que es mala o dañina.
Aquellos conceptos no fueron importantes y no significaron nada en su tierna etapa; y tampoco lo hubieran sido hasta que llegó a New York con un sólo propósito.
Un propósito que terminó en el peor de los abismos lúgubres que alguien pudiera llegar a conocer.
Un abismo ruin, lleno de maleficios y que sin dudar alguna, fue la primera inocente en caer en la obra que escribía un hombre. Esa que se cernía en la planificación meticulosa, envuelta en el odio.
Fue la primera víctima de lo que un ente masculino creó a costa de hacerla sufrir.
O quizás no.
Pero sí podía dictaminar con puño y letra que fue la primera víctima de un hombre que fue catalogado como la reencarnación de un demonio en todos los sentidos posibles.
Y la materialización de las agonías que eclosionan las tristezas profundas del ser insignificante que es el humano.
Se podía decir que sí era un demonio atroz, que vagaba por la tierra mundana a la vista de todos los seres vivos, buscando cumplir una misión que él mismo se había jurado cumplir bajo el cielo y las estrellas.
Sus ojos a pesar de ser tan comunes, contenían una aureola que los hacían diferentes del resto que alguna vez tuvo la dicha de conocer.
Más su carácter terco, al igual que agrio con los demás.
«Menos conmigo»
En todo esté viaje sombrío, que tuvo un principio y un fin, —un ida y vuelta— que no fue del todo su agrado —si era sincera Lane—la habían apodado La flor de loto cuando estuvo gran parte de su vida en Asia.
Reconstruyendo los restos que le quedaban para seguir adelante contra todas las destructivas tormentas. Y fue por más de una razón que le pusieron aquel nombre como seudónimo.
Por que en los vastos días grises, en los que las verdades crueles se desnudaban frente a una joven que buscaba hacer el bien —dejándola destruida, cayendo al suelo una y otra vez entre lágrimas—, su mente y cuerpo renacieron de forma puritana con el pasar de los años.
Siéndole fiel a si misma, sin cambiar y perder la fe en lo que creía justo y noble.
No iba a fingir y tampoco a mentir cuando le preguntaban sobre él. Sabía que se había enamorado de ese hombre desde los pies hasta la cabeza a pesar de su viles planes que amenazaban con atentar la abolición de su familia por completo.
A pesar de que todo haya sido un juego para que Lane caiga de manera torpe y él salga provechoso.
Aunque se preguntaba más de una vez en su mente si de verdad fue un juego todo lo que vivieron.
Una mentira más en aquella historia.
Las dudas seguían presentes y todavía no encontraba los puzzles necesarios al rompecabezas que se estaba armando en sus cavilaciones, desde que las pistas llegaban a ella de manera directa e indirecta.
Pero debía decir, que por sobre todas las cosas terrenales y espirituales, él fue el primero en todos los sentidos posibles.
El primer hombre que amó, el primer hombre que llegó a necesitarlo cerca suyo para sentirse protegida, segura... y siempre será así.
Sin importar cuánto daño físico, y mental le causó la venganza que planeó para ella y al resto de su preciada familia.
