MIRADAS VACIAS

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Conforme fueron pasando los meses Ernest seguía ahí, se había convertido en algo extraño he incomodo ya que siempre habíamos sido solamente mi madre, Caroline, Harry y yo.

Para ser verdad el era un buen tipo, responsable y todo, iba a trabajar y nos ayudaba en casa.

Hasta que un día todos ya estábamos durmiendo y así de la nada nos despertó un gran ruido de la puerta principal. Era una voz rara, mama pensó que ya todos dormíamos pero no fue así, Yo lo escuche todo. Ernest llego ebrio, pues ese no era el problema el problema era que cada vez que esta así se comporta de manera ridícula e inmadura.

Empezó a tambalearse, estaba tan borracho que no podía sostenerse por si mismo. Mi madre le pregunto que era lo que le pasaba, el dijo que nada pasaba pero de tanto insistir el le empezó a gritar y a hacer escándalo.

Mi madre le dijo:- RESPETA, mis hijos duermen ¡YA CÁLMATE!. 

Entonces el dijo: - A mi que me importan tus hijos, Ya estuvo no?, Entonces mi mama dijo: YA ESTUVO DE QUE ERNEST?

Ernest:- De que siempre me eches toda la culpa. Ella se quedo perpleja de lo que el dijo.

Después de pregunto: Estuviste con esa perra verdad?. No decía nada al respecto, hasta que asintió y dijo que a ella que le importaba.

Mi madre estaba cansada de pelear, así que le dijo: Bueno, ya vamos adentro, ven a dormir y mañana arreglaremos esto.

Pues a la mañana siguiente el solo se fue y no arreglaron nada, pasaban los días y era lo mismo, desde ese momento todo valió mierda entera.