Fuerza

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No pensaba subir más, pero me agarró la inspiración de manera cañona, así que aquí tienen y espero que sufran y lloren.

No creo que habrá otra parte :v Pero quien sabe, si la inspiración me llega entonces manos a la obra. Todavía tengo que seguir con mis otros fics, los tengo muy abandonados :'p

A veces creo que me eche muchas responsabilidades encima con esto de los fics, pero recuerdo sus hermosos comentarios y se me pasa :U -badum tss-(???)

Disfruten y lloren.

—-

Pepper y Tony aun se encontraban ahí, llorando, en ningún momento despegaron sus frentes o narices

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Pepper y Tony aun se encontraban ahí, llorando, en ningún momento despegaron sus frentes o narices.

Ninguno se había dado cuenta que ya era de noche y las estrellas brillaban, una de las pocas veces en las que se podían apreciar en la ciudad. La luna se reflejaba con intensidad en el mar y emanaba tranquilidad.

Los sollozos ya habían disminuido y ahora solo se encontraban juntos en silencio, intentando darse apoyo y cariño.

El dolor en la cabeza comenzó, pero ninguno de los dos le prestó atención.

Finalmente Pepper se separó y puso sus manos en los hombros de el castaño con tranquilidad. El morocho le sonrió y se acercó para depositarle un beso en la mejilla. Acción que fue devuelta.

-Gracias...- dijo Tony con tranquilidad, se sentía con una paz que daba por muerta hace mucho.

La pelinaranja volvió a poner sus manos con delicadeza en las mejillas de el castaño y plantó un beso en la frente de este para volver a alejarse. Mirándolo de aquella manera que hacía que las piernas de Tony temblaran. Se sentía seguro a el lado de aquella hermosa y fuerte mujer, aquel instinto maternal era enorme y ni se diga de su corazón.

-Como deseo amarte a ti Pepper, y no a alguien imposible...- admitió de la nada.

La mencionada se sorprendió un poco y se sonrojó, pero no evitó soltar una risita mientras que negaba levemente.

-Suele suceder Tony, pero créeme que no quieres estar enamorado de mi, porque inconscientemente tu corazón anhelaría a Steve...- respondió cuando miraba al suelo con esa pequeña sonrisa.

El silencio reino, pero no de manera incómoda.

-¿nos vamos a cenar?- preguntó la CEO de industrias Stark mientras que estiraba su mano a el.

-¿Contigo? Siempre.

Ambas manos se juntaron y entrelazaron sus dedos para emprender camino hacia su destino, pero tal fue su sorpresa cuando al salir se encontraron con Steve Rogers. El rubio tenía un semblante muy tenso y se podía ver que sus puños estaban cerrados con fuerza. Su mirada era dirigida al oído en un principio, pero después pasaron a ambos.

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