Hola. Me llamo Amaia. Si, Amaia, por lo que se ve mis padres no fueron muy originales. Mi historia es la de una chica normal. Nací, tuve una infancia feliz sacaba muy buenas notas, tenia muy buenos amigos. Llegué a la adolescencia y comenzaron las rebeliones contra mis padres y los botellones en la esquina de mi barrio. Hasta ahora. Me despierto en la comisaria, como de costumbre últimamente. De hecho el guarda ya me conoce... El se llama Ben. Es bastante agradable. Esa misma noche habia tenido el mismo sueño que me llevaba persiguiendo durante toda mi vida. Me encuentro en un acantilado, observando el atardecer reflejado en el mar. Me caigo. A continuacion me despierto sobresaltada. Pero hoy no. Por alguna razon me desperte con la sensacion de que debía ir a aquel lugar. Lo mas extraño fue que Ben me dijo que siguiera mi corazonada sin que le hubiera dicho nada ni de mi sueño ni de mi plan pero con la resaca que llevaba no le di mucha importancia. Cuando me liberaron fui a mi casa, cogi unos zapatos, una mochila con provisiones, dinero y un colgante que nunca supe como llego hasta mi pero le tengo un cariño especial. Fui al aeropuerto. El taxista que me llevo hasta alli era un tanto extraño. Vestia completamente con estampado de leopardo y unas extrañas converse rosa fluorescente. Llevaba puesto Michael Jackson en la radio, lo cual me gusto porque me hizo el camino más ameno. Al llegar al aeropuerto compre el billete del proximo avion que salia. Despues de embarcar y sentarme en mi asiento descubri hacia donde viajaba. Dublin, ciudad por la cual sentia mucha atraccion desde niña. Aqui comienza mi verdadera historia.