Parte 2

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-Presente-


Estaba acostada junto a ella y pude ver como dormía, como su hermoso rostro brillaba por él sol lo cual le molestaba un poco, se movió un poco y quedo justo enfrente de mi, esos labios tan carnosos, que e incluso en fotografías me hacían querer besarla, esos labios que nunca saciaban mis ganas de besarlos, esos mismos labios me llamaban otra vez, no pude contenerme y me acerque a ella, como él día que la bese por primera vez, con ese mismo nerviosismo y con la alegría de probar esos deliciosos labios, pero ya habían pasado 4 años de eso, 4 años sabiendo que esa chica era mi chica, mi novia, mi todo y actualmente mi esposa, que hermoso poder pronunciar esa gran palabra, bueno la bese, sentir sus labios acariciando los míos era lo mejor, recuerdo esa llamada donde me dijo que no le gustaba que la despierten pero ella sabia que era mi debilidad que no podía controlarme cuando estaba tan cerca de mi, abrió sus hermosos ojos y una enorme sonrisa se asomo a su rostro, ese bello rostro con un lunar tan sexy.

-Buenos días princesa.
-Buenos días bebé, me encanta que me despiertes de esta manera -Su voz ronca siempre me parecerá tan sexy.-
-A mi me encantas tu.
-Tu me encantas mas a mi.
-Tu a mi amor.

 Deje que entrase a tomar un rico baño y fui a la cocina a prepararle algo de comer, estaba preparando panqueques y mi celular comenzó a sonar, era una llamada.
-Buenos días Saray, te necesito en la editorial en 20 minutos, tienes firma de autógrafos todo él día por lo que nos la pasaremos viajando.
-Llego en una hora.
-Dije 20 minutos.
-En una hora dije. -Y colgué-
-Muy rebelde jovencita. -Apareció hermosa esposa en la puerta de la cocina, se veía tan hermosa, siempre esta hermosa-
-Es que amor quiero que desayunemos juntas.
-Bueno amor, desayunemos entonces.
Platicamos mientras desayunábamos, en realidad no podíamos pasar mucho tiempo juntas ya que ambas estudiábamos, ya estábamos por terminar nuestras carreras pero ya tenia unos meses que se había publicado mi primer libro, se había agotado, estaba escribiendo otro y la verdad todo iba muy bien, mis sueños se estaban cumpliendo, recuerdo él día que llegue al millón de seguidores en instagram, estaba con Caro y casi la dejo sorda con mi grito, minutos después llame a mi hermosa novia ahora mi hermosa esposa y le conté lo que pasaba entre lagrimas, ella me felicito y una Semana después estaba en mi país festejando mi gran logro, ya no se ni cuantos millones llevo pero cada vez son más, no creí llegar a tanto y realmente estoy feliz, ahora vivo con ella en un País alejada de mi familia pero en realidad todo valió la pena, el estar junto a ella lo vale todo.
Volví mi vista a mi desayuno y vi que solo me quedaba un panqueque cuando estaba segura que aun tenia dos.

 -Alexandra
-Mi nombre :0
-¿Por que te comes mis cosas?
-Por que ya vas tarde y no puedo comerte a ti.
-Ay amor.
-Te amo.
-Yo a ti, vamos que tu también llegaras tarde a clases.  

Mi hermosa esposa me dejo en la puerta de la editorial y condujo a la U, al llegar todos estaban corriendo y gritándome que ya era tarde, entre a mi oficina, tome mi pluma favorita y baje a saludar a todos, mi "jefe" en realidad es algo así como mi representante o sea no tal cual pero él ve las firmas de autógrafos, la presentación de mis libros aunque solo he tenido una, que si debo ir a algún evento de libros y me invitan, respecto a mi instagram decidí seguir viéndolo con Caro, ella se encarga de editar y yo solo escribir, tal como lo pensamos cuando creamos el instagram para subir mis escritos, en realidad con lo de mi siguiente libro y mis estudios casi no tengo tiempo pero en mis tiempos libros escribo para insta, es algo que esperó no dejar de hacer.

-Recuerdos-
Mensaje: Estaba parada en él bus por que ya sabes no había lugares para sentarme y algo llego a mi mente, te lo escribo.
Caro: Si, envíalo.
.........

Y así es como Caro me ayudo a crear una cuenta en insta para subir esos escritos, lo mejor que me ha pasado, usar esa gran imaginación para esos pequeños escritos, y las cosas se dieron poco a poco, recuerdo que en ese tiempo ya comenzaba a hablar un poco más con Alexandra. 

-Presente-
-¿Lista?- Escucho que pregunta
-Siempre.
Me subo al auto y vamos camino a una librería de la ciudad, al llegar hay varios haciendo fila para entrar, me bajo del auto y se dan cuenta, les sonrió y sigo caminando, al entrar a la librería me siento y le envió un mensaje a mi esposa.



Voten por favor.

<3

Nuestro secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora