Mi novio inválido

Vivir juntos

Esta es la historia de una pareja bastante particular, no solo por el hecho de ser homosexual, si no porque uno de ellos no tiene piernas. Es bien sabido que el destino  es caprichoso y por alguna extraña razón decidió juntar a estos chicos de una manera bastante peculiar, la cual será contada en los siguientes capítulos.

Para empezar con toda esta  historia iniciemos contando un poco del pasado del chico lindo. Izán Reyes Lorenzo es una persona sin piernas, es así de nacimiento y por esta razón sus padres lo abandonaron en un orfanato a corta edad. Desde chico sufrió de bullying y abusos de parte de sus compañeros y no exactamente por lo de sus piernas, si no por el hecho de que le gustaban los chicos.  En varias ocasiones llegaron a lastimarlo de manera severa, sin embargo al ser un orfanato bastante grande rara vez llegaban a hacerle caso.

Con todos estos problemas y gracias a las limitaciones con las que había nacido nunca lo adoptaron y vivió ahí hasta que cumplió sus 18 años ya que una vez cumplidos prácticamente lo echaron del orfanato (A pesar de que podían mantenerlo no les daba la gana seguir cuidándolo)

Pero no todo es desgracia aquí ya que por el hecho de ser discapacitado, huérfano, ir bien en calificaciones hasta el final de su preparatoria y además de tener unas elecciones cerca del nuevo gobernador,  un partido político (por hacerse el bueno y ganar votos) le brindó apoyo con una beca para estudiar la universidad, un apoyo económico con el primer mes de renta de un departamento (cosa que no hicieron pública ya que no les convenía) y además un enfermero personal (quien realmente no era enfermero, solo era un estudiante de medicina, cosa que tampoco dirían públicamente)

Lo del enfermero no quedó claro en un inicio, sin embargo gracias a estos hechos es como al fin se puede iniciar esta historia.

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Una vez ya instalados en el piso (porque al parecer de ahora en adelante ese enfermero sería su compañero ) se quedaron en un silencio algo incomodo el cual desidió romper uno de ellos.

-Ehmmm... me presento bien, me llamo Asier Sanchez Ortiz-  Asier era un chico bastante alto, complexión grande gracias al ejercicio que hacia siempre y tenía una cara con facciones algo marcadas.

-Hola,yo soy Izán...Izán Reyes Lorenzo- Contestó  removiéndose en su silla, siempre le incomodó hablarle a las personas, por la diferencia de altura y estando al lado de un chico tan alto como Asier lo era aún más.

-Bien ¿quieres que te ayude en algo Izán?-  daba la impresión de ser casi como un perrito a la espera de una orden.

-No, gracias Asier...bueno, tal vez si, ¿En qué horarios estarás aquí?

-¡Cierto! sabía que algo se me olvidaba- Tomo la silla de ruedas y lo llevó directamente a la cocina

-Aquí esta mi horario- señaló un pintarron pegado al refrigerador con horas y apuntes marcados en diferentes colores-como vez también dejé mi número por si necesitas algo y otros de emergencia por si ocurre algo, por favor no dudes en llamar si necesitas algo.

-No te preocupes, lo haré- Se quedó callado volviendo a hacer el silencio incómodo

-Bueno, creo que ya es tarde- volvió a hablar Asier- ¿Te parece bien si dormimos ya? yo mañana tengo que ir a la Uni y pues tu tienes que estudiar para tus exámenes de ingreso y...

-Si, ya hay que dormir....descansa- Interrumpió Izán y se empezó a mover en dirección a su cuarto.

-Te ayudo- Asier volvió a tomar la silla de ruedas y lo llevó rápidamente