No me tientes

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De los dos Asier  era el más experimentado en cuanto a vida amorosa, ya que el había tenido varias parejas antes, además de que también  ya había tenido relaciones sexuales en las cuales curiosamente siempre había sido el pasivo. En cambio Izán era nuevo en esto, sin embargo era de los que iban directo y hablaban claro de estos temas, además de que la actitud de Asier le obligaba a ser así.

-Ya ven, tengo sueño y quiero que descanses- decía Izán desde la cama viendo como su novio se encontraba en un pequeño escritorio situado en frente de esta.

Desde que habían decidido dormir juntos lo habían hecho siempre en el cuarto de Asier.

-Perdón, tengo que terminar esto, pero juro que en cuanto termine haré todo lo que digas- contestó sin mucha importancia y apurándose a escribir.

Izán solo sonrió maliciosamente. Ya sabía con que extorsionaría a su novio después.

Al cabo de casi dos horas Asier logró terminar. Se acercaba su fin de semestre, por lo que ahora más que nunca se encontraba lleno de proyectos y exámenes bastante importantes, además de que tenía que estudiar arduamente todos los días.

Guardó sus cosas y apagó las luces, dejando solo una tenue luz de la lampara que esta al lado de la cama. Estaba a punto de acostarse pero se percató de la posición en la que se encontraba su novio. Izán a pesar de no tener experiencia en estas cosas era una persona de cuidado. 

El chico se encontraba acostado de lado dandole la espalda a Asier. Tenía la camiseta bastante levanta dejando ver su delgada espalada la cual debía de admitir que lo volvía loco. Entre sus muslos tenía una almohada la cual separaba sus piernas y hacia que su torneado trasero se notara más, además de que el short y el boxer que traía se encontraba bastante abajo dejando poco a la imaginación.

Asier ya sabía las mañas de su novio, sin embargo esta vez se había pasado de la raya. Se acostó lentamente a la cama y se fué acercando al otro a gatas.

-Se que estas despierto - dijo susurrandole al oido y empezando a besar y lamer el cuello.

-mhh...- Izán solo soltó un gemido y se volteó, dándole una mirada coqueta al otro.

Asier le sonrió de vuelta. Esta vez el tomó la iniciativa, lo levantó y lo sentó encima suyo mientras lo abrazaba y siguió lamiendo su cuello. Pudo sentir el dulce olor del otro, no había duda de que aquel chico era el único que lo había hecho sentir tantas cosas juntas a la vez. Izán no hacia más que gemir y suspirar, nunca antes se había sentido tan querido. Las caricias de Asier eran tan delicadas y precisas que Izán no podía evitar mover sus caderas inconscientemente.

Poco a poco las cosas se iban calentando cada vez más , los besos y caricias se hacían más intensos e Izán ya lograba sentir un bulto rozándole, haciendo que el también se pusiera así. A pesar de ese ambiente tan placentero Izán aún no se sentía seguro de ir mas lejos, por lo que con la poca cordura que le quedaba habló de nuevo.

-Espera - dijo mordiéndose los labios para evitar seguir gimiendo -Por favor, aún no...

Asier paró de lamerle el cuello y volteo a verlo, dedicándole una cálida mirada -Entiendo, tranquilo, no planeaba hacerlo aún.

Izán no pudo evitar sentirse culpable por la condición en la que ambos se encontraban -Yo... 

-No fué tu intención, lo se- dijo tocando el trasero del otro haciendo que soltara otro gemido. Le sonrió y le dio un beso en la frente.

El otro lo aceptó, sin embargo aún estaba ese problema -Se que es abusar de ti pero...

-Yo te ayudo no te preocupes- dijo guiñandole el ojo y  cargandolo para llevandolo al baño - Solo procura no tentarme tanto, no se si la próxima logre controlarme.

Dicho esto ambos entraron al baño. De aquí en adelante situaciones así fueron bastante comunes para esta parejita.

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Por cierto, pronto habrá hard, soy mala escribiéndolo pero juro que daré lo mejor de mi, lo prometo. 

Otra cosa que les quiero decir es que ya solo tengo tres dibujos más de estos dos, por lo que puede que después de esto tarde años en volver a escribir de ellos, pero no se preocupen que no me olvidaré de ellos.

Mi novio inválidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora