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Feeling.

Ser joven significa probar la droga del placer de los labios de tu amigo, de la persona que te caía mal, del chico que tiene una sonrisa cuadrada, de saber que cuando el sol se levante al día siguiente nada habrá cambiado y él seguirá siendo el mismo chico que te revoluciona. Entonces, enciendes la música porque este momento tiene que ser un engaño para tu mente y para los demás, así os regalan el premio de la privacidad por un par de horas.

Adoras a tus amigos, son los mejores del mundo. Pero, también adoras el tiempo a solas con tu amante la música y con la musa de tus sueños, TaeTae.

Sonreís los dos porque es el tercer ensayo a solas, todos saben lo que pasa entres ustedes, un secreto mal oculto por todos, un misterio que no esconde nada.

Los pasos a seguir salen sin palabra alguna, no hay números que seguir, vuestros cuerpos se mueven en una extraña sincronía, así como el viento mueve suavemente una hoja guiándola a un destino incierto, así os movéis en busca de algo inevitable pero que no se conoce. El espejo os muestra dos figuras sonrientes que parecen atraerse por un hilo invisible.

Todos estaban sorprendidos por las habilidades de baile que tenía Tae Hyung escondidas, sin embargo, Ho Seok sólo se encogió de hombros cuando le descubrieron diciendo con sencillez y mucho orgullo.

" – Es Tae Hyung, sus habilidades están aún por brillar, preocupaos por las que quedan ocultas y no por las que están saliendo a la luz."

Y sonriendo se fue de allí, dejando a todos atónitos. Para él era obvio que V, Vante, Kim Tae Hyung, era simplemente un diamante en bruto que tendría mucho que pulir.

El calor subió hace un rato ya, tanto por el entrenamiento como por los sentimientos que se estaban mezclando en espera de estallar.

La sonrisa del rapero se agrandó cuando tomó la muñeca del menor y tiró de él hacia sí mismo, eliminando cualquier distancia entre ellos y guiándose por el ritmo de la música, tener los labios ajenos tan cerca te vuelven loco, te desconcentran porque es una manzana pidiendo ser mordida.

Esa mirada de niño ya no está, Tae Hyung perdió la batalla contra el adulto y allí donde una vez hubo dos tiernos ojitos pidiendo un abrazo, ahora estaba una mirada llena de lujuria enredada con un amor que podía llegar hasta el fin del universo.

Cada detalle del chico ya está grabado en tu cerebro con fuego, cada centímetro de piel está memorizado, cada pequeño lunar está registrado, todo lo que tenga que ver con él está perfectamente protegido en tu memoria.

Claro que, esto molesta al chico y empuja tu cuerpo contra el espejo con fuerza para que regreses y también para tomar posesión de los labios que antes habían estado cantando. El beso entre los dos es lleno de fuerza, de pasión, al mismo tiempo que las manos no se quedan quietas y en un arranque de locura comienzan a tocarse mutuamente.

Por encima de la ropa los toques son más calientes porque no hay una intención, simplemente "sentir". Al terminar el beso, los dos se miran jadeando.

– Nunca me cansaré de este veneno, nunca me cansaré de tenerte a mi lado.

La voz de Ho Seok ya no es suave sino una mezcla de tonos más rudos y graves, el baile que habían tenido sus cuerpos era como ver fuegos artificiales en pleno verano. Emocionante.

No querer romper la unión era lo que ellos querían, mas todos los cuentos tienen un "Continuará" cuando los príncipes ya estaban juntos. Cuando el reflejo en el espejo mostró dos personas que ensayaban una canción sencilla, la puerta fue azotada con fuerza...

El cuento del Príncipe Rapero y el Príncipe Balarín debía estar en pausa hasta el próximo "ensayo".

El amor no muere, no se acaba, simplemente se esconde para ser disfrutado en el momento adecuado.