Sin nada por qué temer.

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 Ese día era frío, tanto que la nieve ya comenzaba a amontonarse en la calle y tejados.

-¡8cho! - Gritó Carlos desde la sala. -¡Has estado todo el día allí encerrado! ¿No quieres venir a ver una película en Netflix?

-¡Vale, ya voy!

Daniel, que se encontraba editando uno de sus vídeos en su habitación, guardó todo lo que había hecho hasta el momento y apagó su ordenador. Una vez en la sala, se encontró a su hermano recostado cómodamente en el sofá.

-Ven, siéntate.

Él le hizo un espacio a su lado y Daniel se acomodó allí.

-¿Qué vemos? - Preguntó el menor. -¿Terminator te parece bien?

-Oh, claro, me gusta mucho esa película.

-Bien, será esa entonces.

Media hora transcurrida llevaba ya la película cuando Carlos comenzó a cabecear hasta quedarse totalmente dormido en la oscuridad, bajo la tenue luz del televisor. Daniel seguía mirando la televisión como si nada, pensando que su hermano seguía despierto, mirándola con él. Sin embargo, cuando se le ocurrió voltear a verlo, comprobó que estaba equivocado.

-¿Carlos?

Daniel acercó su mano al brazo de su hermano con intenciones de despertarlo, pero antes de poder hacerlo, se detuvo. Notó algo en su rostro que le llamó mucho la atención.

-Se ve muy relajado ahora... - Pensaba. -No quiero despertarlo...

Se levantó de su asiento. Estuvo a punto de volver a su habitación a seguir editando, pero algo no se lo permitía.

-De alguna manera... se ve tan tierno así... - Daniel no podía dejar de ver con detalle cada una de sus facciones, en especial sus labios.

-Se ve tan bien... Me pregunto si... ¿podré hacerlo ahora...?

Acercó lentamente su rostro al rostro de su hermano.

-¡No!- Retrocedió bruscamente - ¿Y si lo despierto? ¿Y si se molesta conmigo? ¿Y si piensa que soy raro? ¿Y si ya no quiere volver a hablarme? ¿¡Qué hago!?

Estuvo un buen dándole vueltas al asunto, hasta que finalmente se decidió.

-Sólo será uno pequeño, tendré cuidado de no despertarlo.

Con cuidado acercó sus labios a los de Carlos hasta que finalmente ambos se juntaron. Sy corazón latía más rápido que nunca.

-Se sienten muy suaves... - Pensaba Daniel, disfrutando cada segundo que pasaba en esa posición. -Creo que debo detenerme ya, o se despertará...

Lentamente se separó de él, apagó la televisión, cubrió a su hermano con una manta para protegerlo del frío y regresó a su cuarto para continuar editando.

Mientras editaba, pensaba en ese beso. Suspiró apenado imaginando cómo de feiz sería de poder darle todos los que le gustaría. Entonces, Daniel notó que, desde atrás, alguien lo rodeó con los brazos. Era Carlos.

-¿Me vas a dejar así, con ganas de más? - Se quejó el menor.

Daniel se volteó a verlo.

-¿Eh?

Sin pensárselo dos veces, Carlos tomó cuidadosamente a Daniel de la quijada, se acercó a él y lo besó largamente. Entre risas se separaron, se miraron a los ojos y sonrieron. Ninguno de los dos podía estar más feliz de lo que estaban.

-¿Por qué no me lo dijiste antes? - Preguntó Carlos.

-Estaba asustado.

-¿De que?

-De que pensaras que soy raro y comenzaras a odiarme.

-¿De qué hablas, bobo? Yo nunca podría odiarte.

Ambos volvieron a sonreír sumamente felices.

-Te amo.

-Yo también te amo.

Tras decir estas palabras, volvieron a darse otro largo beso.

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⏰ Last updated: Apr 28, 2018 ⏰

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One-shots [Tri8cho]Where stories live. Discover now