Me odio más que nunca...Lo aprendí por ti, al dejarte entrar en mi vida. No te odio, sino todo lo contrario... Por eso te doy las gracias, pues me das mas ganas de morir.Pero al pensarlo, batallo mas que nunca por no morir o suicidarme y menos si eres tu ered una de las razones, pues no vales la pena, personas mentirosas como tu no lo valen; por eso a diario busco un motivo para continuar viviendo, así sea el mas insignificante motivo.y aunque duele seguir creyendo tus promesas y seguir esperando por ti como alguna vez prometí, tal vez después de algunos años, algunos amores y algunas lagrimas logre comprender que tu intención nunca fue volver, ni cumplir lo que alguna vez me dijiste porque de haber sido así no estaríamos donde estamos ahora. lo mas probable es que ahora mismo estés con otras pieles, otros aromas y tal vez, solo tal vez con sentimientos verdaderos aquellos sentimientos que conmigo solo fingías.Olvidando un recuerdo tan diminuto como el recuerdo de tu padre, al menos espero no ser tan doloroso como aquel.