Mi No Tan Típica Vida

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Lágrimas caían y no encontraba forma de pararlas. Simplemente miraba como el fuego absorbía todos los recuerdos, todos los momentos, todas las lágrimas, todas las sonrisas, toda la vida.

Esas fotos, que en algún momento fueron personas, las cuales se hayaban impresas en un papel, se habían quedado sin color, para ser reemplazado por oscuridad, que ahora volaba por los vientos, con el humo, desapareciendo para siempre de nuestras vidas.

Ya es hora.

No lo hagas

No tengo miedo.

Tienes tiempo de retroceder

Todo va a estar bien.

Cobarde

- No seas idiota- susurré y él me miró - Ya no quiero más - le sonreí y apreté su mano.

Salté.

Era una caída libre, alrededor de díez metros hacia abajo, en los que el vacío llenaba cada espacio de mi cuerpo. Sentía que el corazón se me iba a salir del pecho y mucho más cuando él jaló mi mano y me miró.

- Te amo Isabella - gritó para que lo pudiera a escuchar

- Yo te amo más - dije con una sonrisa, mientras pequeñas lágrimas salían de mis ojos y eran llevadas por el viento.

El rió y me miró- No, yo más - apretó mi mano, pues el final ya estaba golpeando a nuestra puerta.

Y lo dejamos pasar.