intento fallido de bienestar

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vi la puerta y aparecio camila, era una joven genial, era extrovertida, segura de si, inteligente, bonita y mejor aun comprensiva, se sento frente a mi y yo sabia que se habia percatado de mis pocas ganas de querer salir y reunirme con ellos

-me explicaras que tienes-

dijo de forma tranquila pero seria

-no tengo nada-

dije sabiendo que mentia pero la vida era mas facil asi

-esa es la mentira mas estupida que alguien pudo decirme, te conozco lo suficiente para saber que estas mal-

dijo siendo dura

-porque te interesa el como estoy-

dije evadiendome del tema poco a poco, no queria hablar de eso y asi era mejor ya que ni yo sabia lo que me aflijia solo me senti algo solo, algo muerto, la realidad me golpeo de tal forma que nunca me recupere

-porque siempre estuviste para mi cuando mas rota estuve-

dijo siendo paciente

-quiero estar solo, espero que me entiendas-

dije desviando mi mirar a la ventana

-no me ire, a pesar que no me digas nada me quedare acompañandote en tu soledad-

fue lo ultimo que se escucho en la habitación, nos quedamos en silencio, en ese silencio en que aparecen tus pensamientos y seguidos a estos tus demonios internos, el timbre volvio a sonar y mis compañeros ingresaron como si nada, camila se levanto dejando una nota, esta decia

llamame si necesitas hablar y se que lo necesitas

guarde la nota y mi diario, la clase volvio a comenzar y trate de poner atención, mi cuerpo estaba en aquel salon pero ¿donde estaba mi mente?

a lo lejos escuche una voz y al poner atención note que era mi maestro, el señor frigan

-vuelvo y le pregunto señor castillo, puede decirme usted que les enseñaban a los jovenes como ustedes en la época del renacentismo-

dijo viendome friamente a traves de esos lentes, con una expresion burlona al saber que es posible que no respondiera bien

-es muy probable que se enfocaran en las artes, incluso la musica, esto para las personas que para dicha epoca tenian acceso a la educación, tambien se les enseñaba que tener un cuerpo sano era tener una mente sana-

respondi serio, mis compañeros me vieron y me sonrieron, sabia que estaba en lo correcto, vi al profesor y este estaba iracundo, sabia que habia perdido su oportunidad de ridiculizarme, era bueno para esta materia gracias a los millares de libros que me había regalado mi mejor amigo antes de irce a nueva Zelanda el año pasado

-bien... ahora ponga atención-

dijo y por su mirar note que no estaba para nada feliz, la clase continuo, lo unico que me distraia era el ver como mis compañeros respondian a las preguntas del señor frigan, algunos lo hacian bien otros no, negue y jugaba con mi mirada hasta que choque con la de camila, su mirada me bastó para saber que estaba molesta con migo, quizas era la unica que habia notado mi verdadero estado a causa que me reia de las bromas ejercidas por Andrés, este era un joven alto, robusto, ojos tranquilos y sonrisa sincera, era un chico realmente gracioso, su forma de ser y pensar atraian a las personas, negue y trate de sonreirle a camila, lo logre pero no basto, el timbre sono y era hora de cambiar de clase, tenia literatura y la profesora se habia tenido que ausentar, me sente en mi lugar de siempre, camila se sento junto a mi, no le preste atención, suspire y puse mis audifonos, alex quien era un chico alto cabello castaño ojos cafe claros, mirada segura y corazon de piedra, su pasado no era facil y lo tenia claro, vi cuando se acercó y se sento frente a mi, giro su silla y me pregunto algo y no puse atención, quite mi audifono y le vi

-me repite la pregunta-

dije con algo de seriedad en mi voz

-¿que sucede con tigo hoy?-

me pregunto sonriendo

-nada relevante, mejor iniciemos a hacer el trabajo-

desvie el tema y me dispuse a trabajar, tras un par de horas ya me encontraba fuera de la institución, camine hasta el estacionamiento pero fue en vano ya que alex y camila me habian alcanzado

-bienes con nosotros a tomar algo-

me pregunto alex

-si dale, te ara bien-

dijo camila

-esta bien-

dije y negue, comenzamos a caminar hasta un cafe cercano

MIS MALDITOS PENSAMIENTOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora