Hugo siempre fue alguien peculiar desde su infancia, la mayoría de personas que le conocían le juzgaban como alguien poco emotivo y frío parecía más un objeto que una persona ya que tenía cuerpo pero al saber de todos carecía de alma. Pero, a veces la realidad se distorsiona al ir de boca en boca y acaba siendo todo menos verdad, y Hugo estaba lleno de emociones, que se las guardara en su armario para cuando el que creyese oportuno no era del interés de nadie.
Aunque si hay algo que a Hugo le es inevitable, es perderse en ella , le es imposible no enamorarse de ella ,de Yael. Y aunque intentase oponerse a sus propios sentimientos cada vez eran más intensos, más arrasadores.
Yael se estaba convirtiendo en una clase de perdición para él y esperaba encontrarse a sí mismo al final de todo esto, le convenía hacerlo.