Siempre Juntos (One Shot - Louis Tomlinson y Tu)

Siempre Juntos

— ¿Qué sucede?

Louis miro a su novia, que se acurrucaba en su pecho. Ella, con sus ojos cansados, lo miro por unos segundos y luego bajo la mirada y comenzó a hacer dibujos imaginarios en su pecho.

—Nada. —Susurro mientras suspiraba.

Louis la miro preocupado. Hacía mucho tiempo su novia se estaba comportando extraño. Primero, comenzó dándole abrazos a cada momento. Diciéndole una y otra vez que lo amaba. Ahora, lloraba apenas lo veía. No le molestaba que le dijera que lo amaba. Pero no entendía porque razón ella lloraba. ¿Había hecho algo mal?

También, le extrañaban las preguntas que le hacía.

Toco su cabello y acaricio el nuevo corte que adquirió hacia no mucho tiempo. Tomo un mechón y jugo con él. Se colocó el brazo sobre los ojos y suspiro. Nunca se cansaría de acariciarle el cabello.

__________ levanto la mirada y lo observo mientras él suspiraba. Sus ojos se empañaron de lágrimas al imaginarse como él sufriría. Lo amaba tanto que le dolía lo que estaba haciendo. Trato que sus lágrimas no se desbardasen. Pero fue en vano. Un sollozo inundo el silencio de la habitación como un fuerte grito.

Louis, algo sobresaltado por el repentino ruido, vio a su novia con lágrimas corriendo por sus mejillas. Se apoyó en su codo y la acuno.

— ¿Qué pasa, cariño? ¿Te he hecho daño?

__________ sollozo más fuerte por la sincera preocupación de Louis. Se sentía de lo peor ocultándole algo tan importante. Negó con la cabeza. Pero sabía que no estaba satisfecho con la respuesta.

—Nena, dime que es lo que sucede—Exigió él.

—No es nada. Solo estoy algo sensible. —Dijo ella en un susurro.

Louis asintió sin poder creer lo que le estaba diciendo su novia. Algo en su pecho se lo impedía. Conocía a su novia como la palma de su mano. No entendía porque no le decía lo que le ocurría. A menos que… Se estremeció pensando en que quizás su novia estaba con su regla y él la estaba molestando con preguntas. Y no era de su comodidad tampoco preguntarle si era eso. Pero una parte de él, creía que no era eso lo que la tenia de esa forma.

—Tengo que irme. —Susurro ella sacando la cabeza de su pecho y sentándose en la cama.

A Louis lo extraño que fuera tan pronto. Era algo extraño que ella se fuera antes. Definitivamente algo iba mal.

— ¿Tan pronto? —Pregunto él, frunciendo el ceño.

—Sí. Mi madre me necesita temprano.

__________ suspiro y se comenzó a colocar la ropa. Luego lo miro. Él, la miraba con intensidad y ella le sonrió algo nerviosa. Se sentó a su lado y tomo su mano.

— ¿Sabes que te amo, verdad? —Pregunto Louis, haciendo que se sorprendiera.

—Sí. Y yo a ti.

Él la miro a los ojos y no aparto la vista de ella.

— ¿Sabes que puedes confiar en mí?

—Sí. —contesto ella algo extrañada por sus preguntas. —Y tú en mí.

—Entonces, ¿Por qué me mientes? —Pregunto dolido.

Ella lo miro sorprendida y estática. ¿Por qué su novio la conocía tan bien? Sabía que no tendría que haberlo visto. Pero es que ella no sabía cuándo seria su último día. Y no quería desperdiciar ni un segundo con él. Mañana seria su cumpleaños y tenía el regalo perfecto para que siempre la recordara.

—No estoy mintiendo. —dijo mientras se paraba de la cama.

—Entonces, ¿Por qué te estrujas las manos como si estuvieras nerviosa? ¿Por qué mueves tu pie en círculos como cuando mientes? Nena, te conozco de pies a cabeza. No puedes engañarme. —Se paró y se puso frente a ella. —Ahora dime, ¿Qué sucede?

Jadeo sorprendida y dejo de hacerlo. Se soltó de las manos y las apoyo en el pecho desnudo de Louis. Suspiro y apoyo la frente entre sus pectorales.

—Estoy algo enferma. Y no quería que te preocuparas. —dijo finalmente.

Él soltó el aire lentamente. Y la rodeo con sus brazos. La pego a él. Dejo caer la cabeza sobre su cabello y aspiro su aroma. Su dulce aroma. Ella, suspiro y dejo que le diera su calor corporal. Lo necesitaba demasiado. Pero tendría que irse pronto.

—Realmente necesito irme. —Dijo ella, amortiguada por su pecho. Pero aun así, se escuchaba lo triste que lo decía.

Él se separó a regañadientes. No quería hacerlo. Pero su madre últimamente estaba muy sobreprotectora con su hija y él no quería tener problemas con su suegra. Y no entendía porque, ________ ya tenía veinte años. Louis tomo la mano de su novia y la guio por su casa hasta la puerta principal. Se despidieron y ella camino hasta el final de la calle, donde vivía. Entro por el patio trasero, ya que había olvidado la llave dentro y aviso que había llegado. Sería una de las últimas veces que hiciera eso. Lo sabía perfectamente. Camino hacia las escaleras, y sintió como liquido caía por su nariz. Lo último que vio, fue a su madre gritando por las escaleras mientras ella caía y caía. Y no dejo de caer hasta que todo se convirtió en negro.

***

—Nos encontramos aquí reunidos esta tarde, para despedirnos de la joven ________ Aylen Blancket. Que el día 23 de diciembre dejo la tierra de los vivos para reunirse con nuestro Dios, nuestro Señor.

Louis estaba viendo el ataúd con las lágrimas cayendo de sus mejillas. No podía creer que ahí dentro estaba su novia. No entraba en su cabeza, que el día de su cumpleaños, en vez de haberlo pasado con ella tuvo que asistir a su funeral. Lo que lo destrozo. Luego de unas horas que ella se hubiera marchado a su casa, su madre lo había llamado para darle la noticia que el amor de su vida no estaba más. Que nunca lo volvería a besar. Que nunca le diría que lo amaba. Que nunca más lo abrazaría con sus frágiles brazos. Que él nunca podría volver a hacer eso tampoco.

—Louis.

Volteo a donde la voz de la madre de ________ lo llamaba.

— ¿Si?

—Ella querría darte tu regalo de cumpleaños. Lo siento. No quería que ocurriera el día de tu cumpleaños. Pero no podía soportar…

—No siga. La entiendo. —Dijo Louis recibiendo una pequeña caja cuadrada.

La madre de _________, disimuladamente se comenzó a alejar. Viendo como Louis tenía la vista pegada en la caja.

Louis, con las manos temblorosas, abrió caja y se encontró con una esclava de oro, con un grabado en una bonita cursiva: “Siempre Juntos”.

Sus ojos se llenaron de lágrimas y miro al cielo.

—Siempre estaremos juntos, cariño. Siempre.

Ojala les haya gustado este one shot. No olviden de votar si les gusto. y comentenme su opinion del pequeño corto. Gracias por leerlo.