Prólogo

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Para muchos ser una mujer adicta al sexo es malo, todavía es tabú para muchas personas; desde que experimenté mi primer acto sexual supe que me gusta, seguí buscando hombres para sentir todo aquello que llaman placer. Adoro el placer la manera en cómo es llevado tu mente y tu cuerpo hacia aquello que llamamos liberación.

Una vez cuando estaba pequeña le pregunté a mi abuelo que era un orgasmo el me respondió "es como ir al cielo" y en realidad el abuelo tiene razón. Orgasmo, placer y más placer es lo mío me encanta, por eso he recorrido el mundo buscando aquello que me faltaba y aquello que me llama, a los meses ya tenía un diario con los nombres de clubes y hombres con los que me había acostado algunos anónimos otros no tanto y uno que otro con el número de habitación. Mi diario y mi secreto diario del placer como le llamo yo, nadie se puede enterar de su contenido, nadie puede descubrir mi diario del placer.

Si le preguntas a mis amigos por mi te dirían que soy ese tipo de personas que no se mete con nadie, tranquila, trabajadora y buena hija, me conocen por ser una de las mejores redactoras de Sydney, pero nadie en realidad conoce quien soy, cuando por un tonto descuido mi diario se extravía mi mundo se pone de cabeza y por si fuera poco es mi jefe quien encuentra mi diario del placer.

Consumiéndome en mis adiccionesWhere stories live. Discover now