Capítulo 1: Dibujo

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"AMOLAD es propiedad de The Snipster"

Estaba descolocado, detenido en medio de la devastación, en un estado donde su cuerpo le impedía moverse, obedecer a su mente que gritaba que lo hiciera, las voces se arremolinaban en su cabeza y el sonido de sus creaciones siendo arrancadas de sus cuerpos mortales provocaba un espasmo en su estómago.

¿Cómo había terminado todo así?

En su mente observaba lo que en algún momento fue la árida región de Ithis, el benefactor se regodeaba en su obra, mirando como un campo verde cubría el reino en lo alto, la soledad lo golpeaba de vez en cuando, por lo cual se entretenía construyendo bellas obras en aquel lienzo en blanco que su padre le había otorgado.

Abrumado al no saber si su trabajo era correcto, Vida se volvió un ser inseguro, con poca capacidad para demostrar lo que sentía. Y aunque Ithis quiso remediarlo dándole dioses que lo acompañarán, el daño en el corazón de Vida ya estaba hecho.

Uno a uno Vida los fue conociendo, eran peculiares a su manera, con características y habilidades dignas de admiración.

Un día Ithis le encomendó a Vida la custodia de un dios nuevo, generalmente el padre de todo no le daba ese tipo de tareas, no era común que él se viera involucrado directamente en la adaptación de alguno de ellos, incluso consideraba esto injusto.

Después de todo él vivió todo el proceso en completa soledad.

Pero Ithis fue muy contundente, tenía que apoyarlo, le presento a un nuevo hermano, él era tan diferente, pudo sentir un poder latente que nunca había conocido en alguno de los otros, quienes le temían de cierta manera por ser el más antiguo, sin contar a Tiempo, quien no se mezclaba con el resto.

El cabello en un peinado engominado, a diferencia de su cabello rebelde y sus estrellas a los costados, el traje refinado, con el porte gallardo, contrastante de su chaleco percudido de tanto jugar en la naturaleza,

Pero lo que lo lleno de una sensación extraña en su pecho era aquellos ojos color bermellón, un color tan inusual en un iris de un dios, solo una persona pudo tener ese tono, y era el Corrupto, el Alto señor Destructor: Nim.

¿Qué era ese dios de Nim?

Su aura no era oscura pero si latente, una autoridad emanaba de cada movimiento de aquel dios, hipnotizándolo, ese don de mando que el jamás experimento, era totalmente contrario a su siempre despistado ser, ¿Cómo él podría guiarlo? Que acaso su padre estaba preocupado por el bienestar del resto.

Caminó cada quien aún lado del otro, pensaba si tendría que llevarlo ante los demás, eso había hecho con el resto, algunos en contra de su voluntad, pero el dios rubio estaba en un estado de estupor, esperando que él hiciera el primer movimiento.

— ¿Cuál es tu nombre? — pregunto Vida, en un acto de amabilidad con el recién llegado, pero él aludido solo lo ignoro.

— Eso no te incumbe, que Ithis te haya pedido que fuéramos juntos, no significa que me agrades— soltó en tono despectivo, Vida estaba indignado, la mayoría lo trataba con respeto pero este sujeto se atrevía a desafiarlo.

— ¡Ni siquiera me conoces!— grito Vida, intentando controlar su temperamento, pero el otro soltó una risa cínica.

— Escucha, no pierdas tu tiempo, Vida, Ithis me hizo saber muchas cosas, pero nunca me inclinare ante ti, tú y yo somos totalmente opuestos — las palabras del dios salían rápidas y certeras, ante un confundido Vida.

Un dios que no se inclinaría ante él.

A pesar de las órdenes de su padre, Vida no intervino en la forma de ser de aquel dios, estaba algo ofuscado, se encerró en sí mismo como solía hacerlo, tan indiferente al resto; pero aquel dios le llamaba su atención.

Huellas (AMOLAD)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora