La gente caminaba de un lado a otro arrastrando las maletas por el pulido y brillante suelo del aeropuerto.La multitud se mostraba desorientada y acudia a toda prisa a los pequeños puestos de informacion como si les fuera la vida en ello.Un muchcho malumorado, acompañado por sus padres, esperaba frente a la pueta de llegadas de Londres.Repiqueteo el pie en el suelo con actitud desafiante, intentando mostrar sin tapujos su pesado estado de animo. -¡Levanta mas el cartel Louis! No vaya a ser que no nos vea-dijo mientras su marido le rodeaba los hombros con su brazo «Ojala no nos vea, eso seria un golpe de suerte, penso Louis» Ladeo la cabezo y, sientiendose un estupido, alzo las manos con todo lo que pudo, se puso casi de puntillas y movio de un lado a otro aquel ridiculo cartel, en el que se leia en letras grandes y redondas «Somos la familia Tomlinson, bienvenido a latinoamerica!»
Deberia haber estado celebrando el inicio de las vacaciones navideñas con sus amigos, sin embargo se encontraba ahi anclado con la ridicula pancarta esperando la llegada de un completo desconocido, gracias a que sus adorables padres habian decidido acoger en casa a uno de esos aburrido estudiantes de intercambio.Un ingles, para ser mas exactos. Louis nunca habia simpatizado con aquellos amantes del te, le parecian demasiado refinados y el tendia a ser despreocpado y poco detallista.
-Como esperemos mas, celebraremos el fin de año en el aeropuerto-dijo con aburrimiento
Su madre le dirijio una mirada de desaprobacion.
-Comportate con nuestro invitado, Louis-Ordeno respaldada por los continuos asentimientos del padre con la cabeza- Pasara un mes con nosotros asi que, lo quieras o no, tendras que llevarte bien con el
-Entonces se supone que el famoso inquilino queda bajo mi proteccion? Si es asi no durara ni dos dias con vida.Esto es America.-Espeto y solto un bufido
-Chist...
El señor Tomlinson le indico que guardase silencio.Louis alzo la vista hacia la puerta de las llegadas, por donde habia comenzado a salir gente.Todos le parecieron raros, estrafalarios o indignos de entrar en su casa.El joven era bastante reservado-contrariamente a sus solidarios padres-, asi que no simpatizaba con la idea de tener que convivir con un extraño; mas bien le aterrorizaba, por callado e invisible que fuese a ser aquel ingles, se iva a sentir incomodo.
Se giro sorprendido cuando unos dedos firmes y seguros golpearon su hombro derecho.Miro de arriba a abajo al muchacho que se encontraba frente a el y le dedicaba una mueca desagradable.Tenia el cabello marron con rulos y en su rostro destacaban unos llamativos ojos verdes y penetrantes
-Yo...soy Harry
-Tu eres el estudiante que...? Comenzo a preguntar Louis, pero fue interrumpido rapidamente por su efusiva madre.
-¡Harry! Pensabamos que no llegabas, cariño!-La señora Tomlinson lo estrecho entre sus brazo, con lo que desperto de inmediato el desagrado del joven, que no disfruto demasiado aquel contacto fisico.
-Encantado, dijo el padre de Louis, al tiempo que le estrechaba calurosamente la mano- Ya veras lo bien que te la vas a pasar estas vacaciones, te preparamos una habitacion, espero que te guste.Apenas tardamos en llegar a casa, esta a 20 minutos en auto.
Louis clavo la vista al suelo, muerto de verguenza ¿Porque sus padres tenian que comportarse siempre como si estuvieran locos? ¿Tan dificil era ser un poco normal? Ser normal para el significaba, no abrazar al chico de intercambio, ni decirle "cariño", ni enrrollarse hablandole de su nuevo hogar.Espero impacientemente, fingiendo que no estaba alli, hasta que el euforico encuentro se calmo
