Siete.

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— Oye, cariño.

— ¿Cuantas veces te he dicho que no me digas así?

— ¿Por que siempre andas solo? — ignoro el comentario que le dijo.

— No estoy solo, Lust.

— ¿Entonces donde esta tu hermosa chica sentada a tu lado que siempre me dices que aparecerá? ~

— Y apareció. Pero no pienso mostrartelo, me lo robarás.

— “Mostrartelo", eh? Así que saliste con otros gustos.

— Los mismos que tu.

— Los mismo que a todos de aquí. No me sorprende nada ya que estamos en un bar gay.

— Tu me arrastraste aquí.

— No te opusiste. Así que estabas a favor en cierto punto. Pero eso no cuenta ahora — tomó la copa que estaba ahí -o la que había pedido desde hace rato- y tomó un sorbo — Si no... ¿Quién fue el que flecho el corazón del famoso mujeriego Ink Comyet?

— Mujeriego tu. Sabes mas que nadie que solo he estado con chicos.

— Y de esos chicos siempre los usas por sexo y ya. ¿Este que tiene de especial?

— Es casado.

— ¿Y? Has estado con casados, viudos, vírgenes, solteros, locos, y creo que hasta menores.

— No, tampoco te lo inventes. Es casado, pero... No se, tiene algo que me llama la atención.

— Y cuando te termine de llamar la atencion, lo tiraras como has hecho con los demás.

— ¿Has bebido demasiado o que?

— No se lo que me estas hablando, guapo.

.
.
.

Parece que las demás personas que los veían se asqueaban, bueno, quien no si ves a dos personas casi follando en la recepción de un hotel.

— Vamos Ink~ Solo hoy.~

— Eso dijiste la semana pasada.

— Es difícil aguantarse, mas si eres tu.~

— Gracias por el elogio, Lusty.~

— Vamos al cuarto, ¿si?~

— Ya estamos en el.~

Querían ser discretos, que nadie los viera.

Más tienen mala suerte.



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⏰ Última actualización: Jan 01, 2019 ⏰

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