¿Qué puedo decir? No tengo un vida soñada, en realidad nadie la tiene, siempre habrá algo que queremos y vemos difícil de atrapar y el primer obstáculo eres tú mismo con tu miedo.
No puedo negar que he tenido tiempos de locura, sí, alcohol, drogas, sexo y muchas otras cosas que he llevado al extremo que me enseñaron grandes lecciones. Una de ellas es que empiezas a ver quienes están contigo y quienes no.
A veces ignoramos a los buenos amigos y enfocamos la atención en los que no nos convienen o ayudan.
Sigamos dándole razón a una vida confundida. Acompañame...