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Una noche igual de horrible como siempre, los hombres comenzaban a entrar y Jimin solo comenzo a sollozar con autentico miedo... Ya sabia lo que venia.

Dos hombres comenzaron a tocarlo mientras que uno se introdujo en el gimiendo roncamente y comenzando a moverse de manera busca, Jimin no aguantaba el dolor.

—No quiero... Por favor no.—
Un chico de ojos cristalizados los miraba con piedad, pero era una lastima que aquellos asquerosos hijos de perra no sentian remordimiento.

¿Que curioso, no?

Uno de ellos era sacerdote, por lo que estaba a cargo De muchos pequeños como Jimin, pobres niños, ojala ellos no hayan tenido su pesima suerte.

Otro se encargaba de hacerlos confesarse, ¿Podria el confesarse a si mismo? ¿podria dios aceptar su confesion? No lo creia, por que aquel tipo no estaba dispuesto a confesarse.

Otro tipo era uno de esos que donaban a la caridad y fingian ser la persona mas agradable de el mundo.

Con el no se portaba tan agradable.

Y asi, todos y cada uno de ellos eran personas muy "agradables" y no se metian con nadie... Salvo de el, claro esta, pero... ¿Como es que nadie se enteraba de la realidad? ¿jamas tenian visitas? Por que Jimin no habia visto a una mujer a sus 14 años entrar por esa puerta...

Tampoco habia visto niños ni jovenes.

Tampoco sabia lo que era el internet.

Tampoco jugo a la pelota ningun dia de su vida.

Tampoco fue a la escuela.

Tampoco salio de ese oscuro lugar.

Jimin no sabia lo que era vivir.

Jimin estaba muerto en vida, como muchos de nosotros.

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⏰ Última actualización: May 01, 2018 ⏰

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A million Men.|| YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora