Yumi forcejeo sin poder ver a su atacante, pero una voz familiar la detuvo.
=Shhhh. Estate quieta Yumi. Dime lo que sabes sobre la octava dimensión y sus habitantes.
Yumi reconoció la voz de Aoi y le mordió en la mano que le tapaba la boca.
=Argg. Eso duele. ¿Sabés?
Yumi se dio la vuelta dispuesta a soltarle al chico un par de cosas, pero cuando lo miro se quedó paralizada.
Al chico le salían unas alas negras de la espalda y unos cuernos negros de la cabeza. Aoi era un chico de 1,75 tenía un cabello negro como el carbón y sus ojos eran verdes como el vidrio, pero en esa ocasión sus ojos eran rojos como la sangre.=¿Sorprendida?No te are daño solo quería saber lo que tu sabes de mí y mi mundo.
Yumi dio un paso hacia atrás, Aoi lo noto.
=E-es imposible, los demonios...
Aoi se ha cerco repentinamente, solo unos centímetros más y sus labios se tocarían.
=... existen. Yo soy la prueba.
Yumi podía oír los latidos de su corazón ir cada vez más rápido.
No, es imposible. Yo no siento nada por él. - pensó Yumi.
Aoi se alejó de Yumi con una clara expresión de cansancio.
=Yumi, ven conmigo.
El la agarro por la muñeca y la atrajo hacia su pecho, ella noto como empezaba a sonrojarse.
Un círculo de luz apareció debajo de ellos haciendo que estuvieran en el centro del círculo. Y comenzó a emitir una fuerte y brillante luz violeta.=Espera, que es lo que...
Antes de que Yumi pudiera decir nada el paisaje cambio y paso de ser una gran biblioteca a una especie de ciudad. El suelo era como el carbón y tenía pequeñas pero largas y numerosas grietas color rojo. Los edificios eran de colores oscuros, no había carreteras ni coches. Ella alzó la cabeza, numerosas sobras fugaces cruzaban el cielo anaranjado.
=Bienvenida a la octava dimensión, el hogar de los demonios.
Aoi dijo eso con una amplia sonrisa y luego se giro hacia Yumi conservando la sonrisa. Extendió los brazos y le dijo:
=A mis brazos.
Yumi se quedó perpleja.
=Pero que dices loco.
=Yo voy a ir volando. ¿Acaso quieres ir andando?- Aoi levanto una ceja y señaló hacia atrás con el pulgar.
Yumi siguió la dirección de su dedo y vio unas montañas gigantes a lo lejos y una especie de santuario en la cumbre.
=¿Y bien?- dijo el inclinándose hacia delante.
Ella se cruzo de brazos y alzó la cabeza.
= Iré andando - dijo Yumi sin apartar la vista de su destino - Yo puedo hacerlo sin problema. Soy capaz de lo que me proponga.
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El conjuro de sangre
RandomYumi es una chica de 15 años que sueña con vivir una gran aventura. Un día se encuentra con un chico llamado Aoi y el la llevará a través de la octava dimensión hacía un mundo desconocido y misterioso para ella.