Quizás #UAAwards2019

Capítulo Tres

Casi grita y llora al ver la mala suerte que tenía, había olvidado quien cocinaria ese día.

Ese dia le tocaba cocinar Bakugou.

Y para colmo se encontraba sola, aún no habían bajado los demás.

Se quedó quieta tras el mostrador, mirando al rubio terminar de hacer la comida. Sabía bien que Bakugou era un excelente cocinero, incluso le había sorprendido bastante cuando cocino por primera vez para el grupo.

Observó como servía rápidamente los platos, ella se acerco a el lentamente, hechizada por el aroma de la comida que había cocinado, estiró un poco el cuello y puedo ver que había cocinado.

Era curry, arroz, sopa de miso con almejas y pescado asado.

Sintió como su boca se le hacía agua y soltó un gemido al imaginar como seria el sabor cuando la tuviera en su boca.

Bakugou repingo y se giró para poder matar quien se había atrevido a asustarlo. Encontrándose a Uraraka con sus manos en la boca, tratando de contener una carcajada, Bakugou apretó su quijada y sintió una irá albergar en el.

-¿Pero que carajos haces aquí, maldita cara redonda?-dijo lentamente el rubio apenas conteniendo su irá-¿Te crees muy chistosa, maldita perra?

Ochako se quito rápidamente sus manos de su boca y boqueo un par de veces, tratando de encontrar las palabras correctas para evitar ser incinerada por el quirk de el.

-Yo... Bueno... yo vine a...-carraspeo y sintió sus mejillas ruborizarse por la mirada carmesí que tenía sobre ella-¡Vi-vine a comer! Y como vi que aún no llegaba nadie y tu aún no servias de comer, quise ver que había preparado ¡No fue mi intención asustarse!

Bakugou se mantuvo callado, mirando fijamente a la castaña, sacando chispas de sus manos.

-Vete a la mierda, cara redonda-mascullo antes de darse la vuelta y continuar lo que hacía.

Uraraka soltó un suspiró y salió lentamente de la cocina. No había querido asustar a Bakugou, mucho menos hacerlo enfadar y menos ahora que era casi oficial que quizás si le gustase Bakugou.

Sintió sus mejillas sonrojarse al pensar en ello, cerró sus ojos y sintió su corazón acelerarse por aquel pensamiento. Volteo y ver al rubio quien estaba sumido en sus pensamientos y en servir la comida en ves de estar atento a lo que ella estaba haciendo.

Bakugou Katsuki, un chico malcriado, orgulloso, grosero e engreído que deseaba convertirse en el héroe número uno, un chico que no se dejaba vencer por nadie y siempre trataba de mostrarse intimidante ante los demás.

Pero aún así... A ella le gustaba como era. Lo admitia, le gustaba y mucho, con todo y sus defectos.

Sabía que había una gran probablidad de que a el no gustase de ella pero...

Escucho unos pasos acercarse a ellos, volteó y vio como Kirishima corría hacia ellos, se encontraba sudoroso, algo lastimado y aún traía su ropa de la escuela.

-¡Hola Uraraka!-le saludo efusivo el pelirrojo- ¿Que haces aquí con este amargado?

Uraraka le sonrió y rió, escucho un gruñido por el rubio.

-Estaba esperando a los demás para comer pero aún no llegan.

-Oh, ya veo-sonrió y camino hacia a la cocina, se coloco a lado izquierdo del rubio y paso su brazo por los hombros del rubio quien se tenso casi al instante-¡Hey Bakugou! Gracias por remplazarme, ¡Te prometo que la próxima vez  yo cocinare en tu lugar!

-¡Sueltame, pelos de mierda!-grito el rubio antes de zafarse del medio abrazo que tenía con el pelirrojo quien no dudo de abrazarlo de nuevo para molestarla, soltando una risa mientras que Bakugou gritaba maldiciones hacia el y para todo el mundo, tratándose de quitárselo de encima.

Uraraka miraba a lo lejos la escena, notando algo que jamás había notado antes, bajo la mirada al suelo antes de volverla a subir a mirar a ambos chicos.

-Quizás... y Bakugou le gusta Kirishima- pensó desanimada y dolida Ochako viendo como el pelirrojo abrazaba por el cuello al rubio quien a pesar de estarlo insultando y tratando de zafarse de su agarre, tenía un muy leve, casi imperceptible sonrojo en sus mejillas.
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Un gran giro para esta historia, no recuerdo como me llego la idea pero no dude en realmente ponerla y escribirla, lo necesitaba esta historia para hacerla más interesante.

Como verán, en realidad a Kirishima le tocan cocinar y no a Bakugou, sin embargo, Ochako al verlo ahí cocinando cree que le tocaba a el cocinar.

Lo sé, tarde mucho en actualizar pero tengo muchas cosas que hacer y... bueno... la inspiración se me va.

Perdonen las faltas de ortografía, estaré actualizando pero lento.

¡Saludos y besos!