_____ apretó los labios, evitando gemir cuando Harry deslizo sus manos por las curvas de ella, y se detuvo en la hebilla de su pantalón. Desabrochó los primeros botones y lo bajo hasta apartarlo de su vista. Metió su mano dentro de sus bragas, para meter uno de sus dedos dentro de ella. _____ se arqueó.
- Tío….- Jadeó.
- Harry. Dime Harry, por favor…
- Harry….- gimoteó ella.
Un segundo dedo llego a parar dentro de ella. _____ gritó. Madre mía, pero que sensación…
- Eso es, quiero oírte gritar.- gruño.- grita como cuando te masturbabas en tu habitación.
- ¿Qué?- pregunto tratando de recuperar su lado coherente. Ya que entre la excitación, le resultaba difícil pensar.
- ¿Crees que no escuchaba tus gemidos en las noches? Mmh….- gimió.- eres una niña mala.
_____ se sonrojó, maldiciéndose a si misma por haber gemido tan alto. Con tan solo recordarse a sí misma, retorciéndose en la cama de placer la calentaba. Recordando aquel día, que se tocó a sí misma pensando que era Harry el que le brindaba el placer máximo. Si, había fantaseado con su tío, pero sabia en lo mas profundo de su ser que Harry no le haría el amor salvo en sus sueños.
Era algo imposible.
Hasta ahora…
Un dolor la saco de sus pensamientos, un dolor… acompañado con un fuerte gemido. Bajo la mirada, viendo como un tercer dedo de Harry terminaba por entrar en ella.
- Joder, estás muy estrecha. Ya quiero imaginar como será de apretado cuando entre por aquí- aumentó a velocidad en que sacaba y metía sus dedos, estimulando su clítoris con excitantes círculos. _____ chilló.- córrete…
Y eso fue el colmo para ella. Un grito ahogado se escuchó en el silencio de la sala. Su primera corrida, su primer orgasmo…