El Comienzo De La Locura Del Manicomio Episodio 1

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El chico de cabellos plateados se quedó mirando la ventana llena de barrotes de acero tranquilamente,mientras que el coche pasaba por la calle oscura. Le separaba una verja metálica de los guardias llena de pinchos. Podría jugársela y matar a los guardias,pero le saldría caro debido a los pinchos. No quería hacerse daño por una estupidez así,así que decidió estarse quieto y tumbarse en el frío suelo en movimiento. La casa enorme en el horizonte se trataba de una enorme,llena de ventanas sólo en la primera planta,seguramente la de los psicólogos,médicos,cocineros y director de allí. Cuando el "paciente" nuevo salió de allí y abrieron la pesada puerta de madera contrachapada y los guardias le acompañaron un poco con demasiada fuerza hacia adentro,éste cerró los ojos por un momento debido a la luz cegadora de allí. Cuando los abrió,se encontró con que las paredes estaban totalmente pintadas de blanco,barnizadas. Todo era blanco;las batas de los doctores,sus vestimentas debajo de éstas,las sillas... Todo,absolutamente nada se salvaba. Cuando una mujer rubia les cedió el paso,el chico comenzó a observar a su alrededor. Todas las paredes,excepto las puertas de los internos,que eran grisáceas,eran igualmente de aquel color monótono y aburrido. Si por él fuera,pintaría todas las paredes de diferentes colores,sólo para asustar a los enfermos y que éstos arañaran la pared para pedir perdón a sus voces internas. El recién llegado de ojos negrizos no pudo evitar sonreír de manera algo malévola ante aquella idea. Sí,no estaría mal... En aquel momento,se encontró con un chico al cual ponían en su celda de al lado. Apenas le echó cuenta,pero pudo ver el nombre de su placa:Jade. Cuando le metieron en la habitación blanquecina la cuál únicamente contaba con un baño,y una cama blanquecina justo al lado de la puerta,la cual estaba completamente cerrada,y sólo llegaba del exterior aire de los pequeños barrotes,sonrió y se echó sobre ésta. Una cama para él solo... La muerte de sus asquerosos y sucios padres no fué en vano.

Jade se encontraba en su cama, mirando al techo. Se quedó unos segundos recordando su pasado y de repente sonrió levemente. Notaba que su estómago empezaba a reclamar alimento. Se levantó desganado y se acercó a los barrotes, mirando la celda de al lado. Se dedicó a observarla en silencio,viendo los movimientos del recién internado.

En ése momento,el peliblanco se puso cerca de los barrotes,mirando alrededor. Parecía que se había aburrido y que comenzaba a mirar,desganado,alrededor. Una celda podía ser demasiado aburrida. Éste miró hacia su izquierda,luego a su derecha,arriba y abajo,observando detenidamente todas y cada una de las celdas y sus características,hasta que se encontró con la mirada del interno. Decidió saludarlo con la mano,un poco fríamente. Tampoco le haría nada malo,y teniendo en cuenta lo poco que le podía ver por los barrotes,no le mataría saludarle. Después de un rato y de repente sin previo aviso,decidió dar un golpe seco a la pared,cosa que hizo que los enfermos rápidamente fueran a ver qué pasaba.

-Por qué habéis tardado tanto? Tengo hambre,quiero comer...

Los enfermeros,aunque mirándole con algo de desprecio algunos,decidieron darle el alimento que el otro exigía a través de la rejilla después de un tiempo. Jade sonrió un poco al ver la reacción de los enfermeros tras la acción del peliblanco. Extendió la mano gentilmente hacia uno de los enfermeros como pidiendo por favor el alimento. El enfermero lo miró con desdén y empezó a bromear con no darle comida. Jade de repente le dedicó una mirada penetrante y fría que transmitió un miedo profundo al enfermero, como si tras su mirada se viese qué le planeaba hacer. El enfermero le entregó su comida y salió pitando. Jade come satisfecho y parece de la nada feliz,después le devolvió el saludo al peliblanco con una sonrisa.
El interno,que había mirado la escena mientras que le pasaban la bandeja,sonrió un tanto amistosamente esta vez. Si iba a quedarse aquí,lo mínimo era tener alguien con quién hablar.

-Heh... Son duros de roer,no? Pero siempre acaban cayendo.

El otro chico pareció más amigable, parece que se iba a lanzar a decir algo pero retrocede en el intento tímidamente, no quiere quedar mal. Simplemente suelta una pequeña risa.

-Sí, no son para tanto mientras cumplas sus estúpidas y aburridas normas.

-Y cuales son ésas,si puede saberse?

Dijo el chico,dejando la bandeja a un lado y apoyándose en los barrotes. Ésa conversación,por primera vez,le interesaba. Si conocía las normas,podría atacarles sin problema

-Bueno, pues...

Se acomodó en los barrotes,mientras miraba al otro a través de éstos

-¿Todavía no las sabes? Simplemente tenemos que comportarnos ante un chulito de esos

Se empezó a reír

-Otra cosa es seguir las órdenes del jodido psicólogo que nos tiene que ver cada dos por tres para saber nuestro progreso

Se acercó más a los barrotes agarrándolos delicadamente

- ¿No es interesante esto? Parecen elefantes y se sienten seguros al ver los roedores enjaulados, pero en el momento en el que salimos ya se asustan... Parece que solo están en guardia, pero huelo el miedo a kilómetros...

Soltó otra pequeña risa

- De todas formas no les hago mucho caso a las normas, supongo que son todas basándose en la moral de la gente cuerda, pero, si me permites preguntar... ¿Por qué te interesa tanto esto?

-Bueno... Pues por varias razones...

El peliblanco sonrió al chico de manera gentil en ése momento. No había problemas por contárselo,después de todo,parecía un igual

- ¿Sabes sobre las colonizaciones,cierto? El ejército primero observaba el perímetro,después conocía las costumbres de éstos pueblos,y más tarde,los colonizaba. Bueno,no quiero precisamente colonizarlos,pero... Sí manipularlos. Es un método... Demasiado antiguo,el cual no me gusta utilizar,pero ante psicólogos tan convencionales,me parece justo,¿no crees?

Comentó el chico,arqueando una ceja. En ése momento,sus ojos negrizos se llenaron de un brillo,pero no alegre,sino algo malvado

- Sinceramente,me encantaría ver a los elefantes en las jaulas,¿no te parece?~

El otro acercó tanto su rostro a los barrotes que sus labios rozaban con estos

- Suena divertido, siempre soñé con ver ese momento... Aunque... Eso de colonizar...

Otra risita se escuchó de parte del argentino

-... Creo que les superamos en número ¿No? Aunque no es mala idea y tiene sus riesgos, no pierdo nada excepto hojas para dibujar, no me importaría ayudarte













//ATENCIOOOON
Este es un rol que estoy haciendo con una amiga uwu pero me encantó tanto,que decidí escribirlo,obviamente editando partes para que se entienda y quede perfecto. Quiero dar a entender que,mientras el rol viva,está historia también,pero tranquilos,hasta que la señora todopoderosa Nati no me diga que el rol se cancela,no lo haré y publicaré diariamente uwu y de no ser así,mezclaré el pasado con el presente,para que veáis un poco una perspectiva de los fragmentos de memoria de Kay. Tiene sentido,al menos para mí. Es un perfeccionista,por lo que siempre espera el máximo de los demás,y al aprenderse de lujo todos los detalles de su pasado,de vez en cuando le vienen ése tipo de memorias.

El psiquiatra psicópata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora