Capítulo 4: Este Psicópata Es Un Incubo.

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A la mañana siguiente,el mayor se despertó bostezando,cuando en ése momento,miró hacia la pared blanquecina. Otra vez ése maldito color. Lo odiaba,y demasiado. No estaba seguro de qué hora era,pero a juzgar por la oscuridad,parecía que era de amanecer,decidió esta vez mirar a la celda de su compañero. Jade simplemente se encontraba suavemente dormido entre aquellas sabanas tan vírgenes que se encontraban arrugadas a su alrededor. Una de sus manos estaban tendidas como si estuviera muerto, pero la otra estaba en su estómago viéndose por el movimiento de éste,que respiraba. Se mantenía en una débil posición fetal. Sus ojos se mantenían cerrados y sus labios estaban un poco separados pasando por ellos una suave respiración. Su cabello negro estaba tendido en aquella almohada. Seguía dormido.

-...

El chico,sonriendo ante aquello,volvió a estirarse,y tras darse cuenta de que tenía la llave de la celda de su compañero,decidió abrirla y entrar en cuclillas,para luego hacerle cosquillas en la mejilla con su dedo índice,acariciandolo suavemente después su mejilla para acabar de despertarle.

-Jaaade~,despierta dormilón

Hizo quejidos, adormilado.

- Cinco minutos más, mamá

-Dudo que una madre tenga un tono de voz como el mío

Bromeó,sonriendo divertido,para luego darle toquecitos en la mejilla.

-Venga,o me comeré tu desayuno

De la nada despierta, se incorpora y lo mira con ojos como platos

- ¡MI COMIDA!

-Pfft... Vale,nota mental:No jugar con comerme tu comida

Dijo ésto con cierta sonrisilla,para luego levantarse de la cama.

-Venga,vamos a comer algo

De la nada le mira serio.

- ¿Comer el qué,exactamente?

-No sé, ¿qué me quieres comer tú,hijo?

Dijo en tono burlón,sonriendo algo maliciosamente mientras arqueaba una ceja.

-Yo quiero comer muchas cosas, ahí lo dejo

El chico de pelo negrizo hace gestos con las manos,como englobandolo todo.

-Bien,en tal caso espera un momento...

Tras aporrear de nuevo con fuerza la pared,volvieron los enfermeros. Éstos,ya acostumbrados a los golpes,subieron con la comida. El chico cogió la bandeja y se la dió.

-Ten.

Jade la mira por unos segundos y con timidez se atreve a cogerla,tras ésto mira por un momento a sus ojos y le dedica una agradecida y dulce sonrisa.

-Gracias, eres muy amable conmigo.

-Es lo mínimo que puedo hacer.

El chico de pelo canoso le dedicó otra amable y cariñosa sonrisa,para luego acariciarle el pelo con la mano.

-Come tranquilo,anda,que ayer estabas muy tenso.

Jade se le queda mirando y sonríe débilmente algo rubricado.

-Gracias. ¿Tú no comes?

-Yo me alimento viéndote comer.

Dijo,sonriendo de manera divertida,para luego soltar una risita.

-Naah.

-¿E-Egh? ¡No digas cosas raras! ¡Ya te falta decir que te alimentas de mi alma!

-Me alimento de tu alma,para luego pulular por las calles de los internos y asustarles~

El psiquiatra psicópata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora