Falling For Him (Kookmin)

VII

Dos semanas después, Un miércoles, Una tardé demasiado fría y con una aura extraña; Su padre llegó.

―¿Cómo ésta el auto?.

― Bien, es genial y ha sido de mucha ayuda. Gracias papá.

Se encontraban comiendo lo que su papá(omega) había estado cocinando toda la mañana. Habían limpiado todo de arriba a abajo y se arreglaron como no lo hacían en mucho tiempo.

―Pues me alegro por eso. ― se llevó un pedazo de asado a la boca, volteó a ver al Omega a su lado y colocó su mano sobre la suya.

Jungkook, no sabía que pensar, su Padre era difícil de descifrar.

―No quiero ser descortés o algo así, papá, pero... ¿a qué se debe tú visita?. ― miró las manos juntas de sus padres, para después apartar la vista a su plato.

―Tengo ofertas muy buenas de trabajo aquí, ¿no es genial?. Sólo vengo a hacer un par de entrevistas y ya.

Continuaron comiendo y platicando de temas diversos; la escuela, el auto nuevo, trabajo. Nada importante.

****

―¿Te imaginas?. El Alfa vuelve por el Omega de su vida, deja todo atrás sólo para estar con él.

Jimin lo había invitado a jugar videojuegos, también a Tae, pero el estaba ayudando a Hobi, con una "tarea".

―No lo creo. Él tiene una omega y esa Omega tiene dos cachorros creciendo en su vientre, es demasiado.

― Si... pero, el amor es complicado. Eh estado leyendo y conforme más lo hago, menos lo entiendo.

Jungkook, dejó su control en el pequeño sofá donde se encontraba, se levantó y fue a la cama de Jimin. Se acostó de espaldas y se paso ambas manos por la cara, dejándolas ahí.

―Todo va estar bien, ¿si?.― Jimin llegó a su lado y se acostó a lado de él, los dos mirando hacía el techo.

―¿Y si llega a conseguir ese empleo?, ¿Y si se muda para acá? ― Se acomodó de lado y Jimin hizo lo mismo, quedando frente a frente, a una distancia corta.

Jimin era hermoso; Sus ojos eran tan inocentes. Su sonrisa era fresca y con ella tal vez en otra época pudo haber detenido guerras. Se veía tan frágil ahí acostado, tan suave y pequeño. Su esencia presente, nublando el sentido del olfato de Jungkook; por lo bien que olía. Se sentía tan bien estar con Jimin. Tenía que protegerlo, lo haría.

Era una promesa, incluso más allá. Un juramento que se había propuesto; Lo cumpliría y respetaría, siempre.

―Si eso llegase a pasar, estaré aquí, para ti .― contestó, Jimin.

Jungkook, sintió un leve cosquilleo en el estómago.

****

Ring. Ring. Ring.

-¿Si?

-Hola, Jungkook, Soy Hoseok.

-¿Qué pasa?

Estaba preparando la cena y si no colgaba, su pizza en el horno, podría salir perjudicada.

-Espera, Tae, viene.

-Si

Miro al horno, preguntándose cuán quemada estaría ya.

-¡Amigo!, ¿Dónde estás?

-Espera un segundo.

Dejó el teléfono y se apresuró a colocarse unos guantes. Sacó la pizza con cuidado y la colocó en la mesa. Tomó el teléfono de vuelta.