Cuando me di cuenta ya era demasiado tarde...
Él siempre fue todo para mí, desde el primer instante en que nuestras miradas se cruzaron, él llamó de inmediato mi atención, ¿y cómo no iba a hacerlo? Si él siempre fue tan perfecto.
Más allá de su apariencia o de sus excelentes habilidades, él tenía algo que me atraía inevitablemente; éramos como planetas atrapados en un sistema en el que yo no podía evitar girar alrededor de él, pero nunca pude explicar por qué...
Él era tan frío, y su frío era reconfortante pues estando a su lado, sentía una calidez que antes ni siquiera hubiera imaginado. Es tan difícil explicar la sensación que su presencia me producía, aunque en realidad no me importa que alguien la entienda, sólo desearía habérsela podido explicar a él, pero en ese tiempo nunca pude hacerlo, no sé por qué...
Las palabras nunca fueron mi fuerte y aun así tenía mi meta muy clara en mi mente; salvar a mi mejor amigo, protegerlo, cargar con su odio y su dolor, morir con él. Y si no era capaz de hacerlo mi vida no tendría entonces ningún sentido. Así de importante era él para mí, y a pesar de eso lo dejé partir, no entiendo por qué...
Dejé que nuestras vidas tomaran rumbos separados, hice promesas que nunca cumplí, creí encontrar el amor en otra parte; probablemente él nunca lo diga, pero le hice daño. Yo que sufría viéndole sufrir, le cause un daño irreparable, lo percibo en sus ojos cada vez que por casualidad nuestras miradas se cruzan. Me mira y veo en su mirada la tristeza, y él nunca dice nada no sé por qué...
Cada noche los recuerdos me atormentan y si cierro los ojos, las pesadillas me impiden descansar, claro que nada es más triste que la realidad. A veces, muy contadas veces, tengo un sueño donde estamos juntos, despierto a su lado cada mañana y con eso me basta para ser feliz. Él era mi mayor sueño, pero lo perdí y ahora sé por qué...
Tomé valor, hace muy pocos días, para decirle lo que en realidad significa. "Perdóname, perdóname" le dije al borde del llanto. Su expresión se endureció más que nunca, y únicamente respondió "Ya es demasiado tarde".
Ahora no sé qué debo hacer, ya no me queda nada y me hundo en mi propia miseria. Ya no soy ni la sombra de lo fui, y cualquiera que me viera dudaría que yo soy Naruto Uzumaqui. Los bellos recuerdos que tengo con él, se convierten en reproches de una verdad que no note antes...
Sasuke yo te amo, lástima que cuando me di cuenta, ya era demasiado tarde...