No habían pasado muchas horas, la cabeza de MoonByul daba vueltas y su espalda dolía, se levanto de golpe, ni siquiera había dormido tres horas y probablemente ya no volvería a conciliar el sueño, busco a YongSun a su lado más no la encontró, buscó por la habitación; aún era de madrugada pero esta ya no estaba en su habitación, tomo su camisa e interiores saliendo a por ella pero aunque buscó por toda la casa no la encontró, volvió a la habitación y escuchó el agua del baño caer, por lo que se dirigió a este, la puerta estaba abierta por lo que curiosa entró, más no encontró lo que esperaba, YongSun estaba allí, en un rincón de la ducha, estaba completamente bañada pero el agua ni siquiera llegaba a sus pies, podía ver como todo su cuerpo temblaba de arriba a abajo, lentamente se acercó tocando su hombro y esta levantó su rostro, sus ojos hinchados y algunas gruesas lágrimas caían por sus mejillas
—Quien te dio permiso de entrar— susurró la castaña, su voz sonaba ronca y lamentable, MoonByul tomó sus manos y acaricio estas pero la otra no comento nada, hasta podía escuchar sus sollozos intensificarse, trató de levantarla pero esta se resistió, terca, lo que le hizo envolverla con una toalla y cargarla afuera aunque esta estuviera pataleando, la dejo en la cama yendo por otra de estas, cuando volvió se sentó con las piernas cruzadas y le jaló haciendo que esta terminará sentada sobre sus piernas, como una niña pequeña
—Te ves muy agotada— comentó la rubia, cubriendo su torso con la misma toalla y comenzando a secar su cabello con otra, YongSun simplemente le miraba expectante
—No deberías tomar mucho alcohol, ¿Haz estado durmiendo bien?— Siguió
—Vuelve a casa, y olvida lo que sucedió—YongSun no podía estar más extraña en ese momento; su mirada se mantenía perdida aún y cuando MoonByul cada cierto tiempo se acercaba a repetirle algunos besos en el cuello y hombro
—¿Por qué debería?
—Me siento una infeliz pederasta y cada que te veo siento que tu madre va a venir a golpearme— respondió y MoonByul detuvo todo movimiento, aferrándose a su cintura, no quería irse
—No le contaré a nadie, pero no me dejes ahora— YongSun nuevamente trató de zafarse pero en cambio MoonByul la atrajo hacia ella abrazándole; —No deberías ser de esta manera— Comentó YongSun, sus brazos habían terminado rodeando los hombros de la rubia y esta acariciaba su espalda, MoonByul mantuvo su mirada firme, atrayente y en menos de dos segundos la castaña se había acercado nuevamente a besarle, cuando se cortó el beso se levanto de las piernas de la rubia y esta le observó extrañada, YongSun comenzó a caminar en círculos por la habitación mientras la contraria le seguía con la mirada desde la cama, su paso se detuvo de golpe y corrió a las orillas de la cama, tirándole el bralett y los jeans de vuelta
—Termina de vestirte, y ve a casa
MoonByul tomó la ropa y termino de vestirse, y fue hacia el otro cuarto recogiendo las cosas que había traído para quedarse la semana, aquel día se fue sin decir mucho más, sin quejarse y sin refunfuñar, pero claramente no término allí, después de ese día comenzó a visitarle todos los días, sin falta alguna, durante 4 meses consecutivos, uno que otro día traía un juego y después de convencer a la castaña por algunas horas esta jugaba con ella, cartas, Domino's, a veces damas, otros simplemente traía un libro y pretendía leer mientras veía por el rabillo del ojo a YongSun mientras trabajaba y en los peores casos simplemente se quedaba viendo programas de comedia en el teléfono (De YongSun por cierto) pero ningún día hacia falta;
—MoonByul tu teléfono esta sonando— Murmuró la castaña sin alzar la mirada de los trabajos y la otra refunfuñó quitando la mirada de su libro, ya que precisamente en ese momento si lo estaba leyendo de buena manera;
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Aunty~ [MoonSun]
Short Story¿En que momentos piensas en enamorarte de la mejor amiga de tu madre? Nunca, claramente. Parece que MoonByul no cree esto.