Arco de Honky (Parte 1)

988 58 41
                                    


Las risas femeninas inundaban el laboratorio como si una loca científica hubiera creado a la criatura que destruiría al mundo o algún arma que la ayudar a conquistarlo.

— Finalmente —Dijo parando las risas unos segundos — ¡Finalmente lo he terminado!

Unos días después.

— ¡Damas y caballeros! —Gritó una chica en bata de laboratorio, castaña de ojos azul — Presten atención, porque esto pasara a la historia.

Se encontraba en un parque a las afueras de Akihabara con asientos para el público, un escenario montado, una pantalla gigante y una extraña maquina conectada a una silla, como si hubiera salido de una película de ciencia ficción.

La gente se reunía curiosa y siendo entrada libre muchos aprovecharon su tiempo libre aunque no tuvieran idea de que se trataba todo eso.

— Durante miles de años los seres humanos se han hecho la pregunta ¿El destino existe?, ¿Es algo tallado en piedra?, ¿Puede ser cambiado? O ¿Es inevitable? Pero sobre todo, ¿Es esa persona realmente la persona con la que estaban destinadas desde el principio? —Los murmullos comenzaron, la mayoría sin creer lo que esa científica decía o sin entender de que iba todo eso — Pues hace poco he terminado el invento que resolverá todas esas preguntas; les presento, ¡El buscador de realidades!, nombre sujeto a cambios futuros.

Las personas no sabían su aplaudir o no por lo que solo pocas lo hicieron.

— Les explicaré como funciona —No parecía decaída por el poco impacto — Una persona se sienta en esta silla, y es conectada a mi máquina, analizará ADN, rasgos físicos, funciones cerebrales y sumaremos nombre, edad, sexo y conducta, entonces mi invento buscará a la misma persona en realidades alternas y en cuando la encuentre veremos en pantalla que tipo de vida lleva esa misma persona en otro mundo.

Ahora si la idea sonaba loca, ¿Quién iba a creer algo semejante?

— Se lo que están pensando pero les puedo asegurar que no es broma —Dijo rápidamente la científica — Ya lo he probado y les puedo asegurar que funciona, pero para hacer una demostración frente a ustedes necesito voluntarios.

— Esto es una estupidez —Dijo una rubia de ojos azules, su mirada era fría e irritada.

— Onee-chan —Otra rubia más joven que la anterior intentó calmarla.

— ¿No crees que mi creación realmente funcione? —Preguntó la científica con toda calma y una sonrisa.

— Por supuesto que no, todo esto es solo un circo, no está probado científicamente que existan otras realidades y mucho menos algo como el destino.

— Entonces ¿Por qué no lo pruebas?

— No quiero formar parte de este circo, y habría que ser un completo idiota para creer todo esto, ¿Quién con dos neuronas en su cabeza querría probar un invento tan tonto e innecesario?

— ¡Yo, yo, yo! —Gritó una chica de cabello jengibre y ojos azules levantando la mano mientras corría al escenario — Yo quiero probar ese invento tonto e innecesario —Dijo bastante animada frente al escenario.

— Bueno, tenemos una voluntaria, ahora por favor tome asiento.

La chica de inmediato lo hizo y la científica colocó algunos electrodos en sus manos y rostro al igual que un casco; pinchó su dedo con una pequeña aguja haciéndola sangrar y colocándole una especie de tubo en el mismo dedo de inmediato.

— Bien, todo listo —Habló una vez terminó el trabajo — Ahora diga su nombre y edad, fuerte y claro por favor.

— Kousaka Honoka, 19 años —Respondió sin dudar.

Las realidades del destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora