Arco de Eli. (Part. 2)

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La pantalla por fin dejaba la estática para mostrar la imagen de la rubia y Umi en una especie de dojo japonés, Umi se veía seria mientras Eli mostraba confusión total.

...

— A ver si entendí —Dijo la rubia — ¿Crees que estoy tras Kotori y me estás pidiendo que me aleje de ella? —Preguntó para dejar claras las cosas.

— Desde que nuestros padres se casaron siempre te he visto como una gran y confiable hermana mayor —Habló Umi sin quitar la expresión en su rostro — Incluso no me ha importado ser el segundo lugar en muchas cosas.

— Umi escucha.

— No me molestaba ser la que siempre se quedara con el segundo lugar porque estoy orgullosa de ser tu hermana menor —Interrumpió — Pero no estoy dispuesta a perder a Kotori sin importar de quien se trate.

— Umi —Intentó hablar Eli con toda calma.

— No Eli, no voy a ceder —Replico firme — Amo a Kotori y voy a luchar por ella.

— Umi hay algo.

— No me importa si se trata de ti, no voy a perder —Volvió a interrumpir — Haré lo que sea necesario para que Kotori se fije en mí.

— Umi en serio.

— No descansaré hasta que acepte mis sentimientos —Nuevamente interrumpió — Incluso si se trata de ti, no voy a rendirme.

— ¿Ya puedo hablar? —Preguntó esta vez.

Umi asintió.

— Gracias —Dijo tranquila — Lo que intentaba decirte es que Kotori está detrás de ti.

Con miedo y vergüenza volteó dándose cuenta de que efectivamente la chica en cuestión estaba ahí avergonzada pero feliz.

— Kot-

— Umi-chan —Sin dejarla hablar se lanzó sobre ella con un abrazo con el que casi caen las dos — Soy tan feliz.

El rostro de Umi ahora era de confusión total.

— La única razón por la que Kotori me buscaba tanto era para pedirme consejos sobre cómo acercarse a ti —Explicó la rubia — Y bueno, he pasado mucho tiempo con Nico y Maki para saber cuándo soy la tercera rueda —Dijo antes de salir del lugar.

— Quiero morir —Susurró avergonzada al darse cuenta de todo el drama que armó.

— Por cierto, no hagan mucho ruido, Alisa aún está en casa —Dijo Eli asomándose antes de continuar.

— ¡Indecente!

Escuchó el grito y luego un golpe, no pudo evitar reír un poco.

— Creo que Nico tiene razón, he pasado mucho tiempo con Nozomi —Comentó después de eso.

Su teléfono sonó y contestó.

No es bueno culpar a otros Elicchi —Se escuchó.

— ¿Nozomi? —Casi gritó sorprendida — ¿Cuándo?, ¿Dónde?, ¿Cómo?

Ven a mi casa, necesitas un castigo —Eli tembló ligeramente con una expresión de miedo.

...

— Cambia —Dijo Eli con su expresión molesta.

— Puedo preguntar por.

—Cambia, ahora —Masculló con la mandíbula tensa.

— Está bien, está bien —Comentó la científica obedeciendo — Espero que tus otra yo no tengan el mismo genio porque pobres Nozomi.

Si las miradas mataran la pobre mujer ya sería la única protagonista de 1000 maneras de morir.

Las realidades del destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora