Capítulo 3.

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 Yo por descontado dormiría con Sally y si alguien quería dormir con nosotras, estaríamos encantadas, no habría problema. Se hicieron cuatro grupos de tres, ya que había 12 personas sin contar al conductor. Sally, Carol - una chica morena, de ojos marrones, un poco gruesa y con algún que otro tatuaje -, y yo eramos uno de los grupos. Álex, se fue con otros dos chicos, Len y Matt. Los componentes de los otros dos grupos restantes, eran una tal Shasa, que no abandonaba el móvil ni para ir al baño, Lili y Alice; y el de lo chicos estaba compuesto por un grupito de machitos, Adrian, Fabio e Ivan.

  El hotel seguramente habría sido de mucha calidad, puesto que era bastante amplio, al menos lo que quedaba de el. Las habitaciones estaban muy separadas unas de otras y la verdad es que daba un poco de grima por el estado en el que se encontraba ahora. No sé que podía haber pasado en aquel lugar, pero lo que si estaba claro, era que no era de muy buen agrado. Algunas de las paredes estaban derribadas y las habitaciones por dentro, parecían haber sido saqueadas. El aspecto de aquel hotel, era realmente terrorífico, parecía sacado de una película de terror.

  Sally se había hecho una pequeña bolita a mi lado. Ya se había hecho muy tarde y empezaba a hacer algo de frío. A la pequeña le asustaba bastante aquel lugar, pero a decir verdad a quien no ... Pasé un brazo a modo de abrazo para que se sintiese protegida y comencé a acariciar sus rojizos rizitos. Carol se dedicaba a quejarse y decir palabrotas. Le había regañado más de una vez, pero a ella parecía importarle bien poco.

  La noche se cerró y yo no conseguía dormirme, ya que la pierna se encargaba de borrar cualquier ápice de sueño. Conseguí cerrar los ojos. Noté como una pequeña mano helada acariciaba mi vientre y se esfumaba. Una risita de niña pequeña resonó en la habitación y después Carol empezaba a balbucear algo. Un grito aterrador hizo llorar a alguien. Fruncí el ceño y conseguir abrir un poco los ojos. La sudor me bajaba por la frente y pequeños escalofríos recorrían mi cuerpo. Escuché los llantos de Sally, parecía muy asustada y yo intentaba calmarla sin mucho éxito. Su mirada se dirigía a un punto fijo de la habitación, la cabeza me iba a estallar de dolor y el llanto de Sally no ayudaba mucho. Noté algo extraño tras de mi, justo por la zona donde Sally no dejaba de mirar. Eso me inquietó bastante, mucho a decir verdad. Giré poco a poco la cabeza y entonces lo vi. Comencé a gritar como una histérica, como si no hubiera un mañana. Abracé a Sally con todas mis fuerzas, sin dejar de gritar. El llanto de Sally se hizo mas y mas sonoro y mi cabeza empezó a delirar un poco.

   Empezaron a oírse pisadas por el pasillo, como si alguien estuviese corriendo por este. La puerta se cerró de un portazo ante la persona que estuviese tras esta. La pared que había tras de mi, empezó a llenarse de una gran mancha de color negro. No quería mirar aquella pared, y abrazaba a Sally contra mi pecho para que tampoco lo hiciera. Alguien desde fuera empujaba con fuerza la puerta, no me explico como podía haberse cerrado de aquel modo.

  - No pasa nada - repetía una y otra vez a la pequeña para que se calmase.

  - ¿ Qué esta pasando ? - una voz masculina se escuchaba tras la puerta.

  Se escucharon nuevos pasos y la puerta dejó de sonar. Estaba muy asustada no podía asimilar todo aquello de ninguna de las maneras. Mi rostro estaba empapado en lágrimas y sudor y la pequeña Sally seguía llorando sin consuelo.

  - ¿ Qué pasa tío ?

  - La puerta no se abre, esta cerrada y las chicas están gritando. - Aquella voz sonaba bastante preocupada, a diferencia de la otra que sonaba adormecida.

  - Aparta.

  La puerta se abrió con un golpe seco de este. Asomaron dos cabezas que al principio no distinguí. Sally había dejado de llorar. Abrí los ojos y la encontré dormida como si nada. Miré extrañada a la pequeña y más tarde a la pared que se había teñido de negro, pero que ahora parecía estar tan demacrada como antes.

  - Kimberly - Alex se acercó a mi lado y el otro chico miró extrañado al punto donde se dirigía mi mirada. - ¿ Estás bien ?  ¿ Qué a pasado ?

  - ¿ Qué haces aquí Alex ? - susurró una somnolienta vocecita.

  Miré a la pequeña que acababa de abrir los ojos, y noté como la mano de Alex tocaba mi frente.

  - Sally lloraba ... - es lo único que pudo salir de mi boca. La pequeña me miraba con los ojos casi cerrados por el sueño.

  - ¿ Qué mierda a pasado aquí ? - Un nuevo chico, con lo que parecía un porro en la boca, se dejó ver tras el armario empotrado, Adrian.

  - Pues ni idea, esta loca estaba gritando. - Dijo. - Lástima que las guapas siempre sean unas piradas. - Se encogió ligeramente de hombros y se dispuso a salir.

  - No la llames loca. - Alex salió en mi defensa. - Puede que haya tenido algún tipo de alucinación, tiene mucha fiebre.

  - Vaya vaya, tenemos un doctor en la sala. - Miró desafiante a Alex - Cuida de ella y haz que no grite, algunos queremos dormir.

  Adrian salió de la habitación tras decir aquello. Fabio, el chico del porro, se quedó en la puerta. - No sé quienes sois, pero os deseo una feliz noche. - Dijo esto haciendo un gesto con ambas manos y guiñando un ojo a Alex, se marchó también.

  - Kimberly mírame. - Mis ojos se dirigieron a los de Alex, pero poco más pude ver, porque me mareé.

  Busqué con la mano a Sally, pasando esta por el colchón desgastado. Al no dar con el pequeño cuerpo, abrí los ojos sobresaltada y me erguí rápidamente, notando el dolor de cabeza. En la cama que había al otro lado de la habitación, se encontraban dos personas, una de ellas pequeña. ¿ Se habría ido Sally con Carol ? Demasiado raro. Me levanté y me acerqué cojeando un poco, observé que se trataba de Alex. Este abrió los ojos y me miró.

  - Kim ¿ que haces levantada ?

  - ¿ Qué haces aquí ? - lo miré y algo me hizo mirar a la pared. Alex miró hacia ese mismo punto. 

  - ¿ Qué sucede Kimberly ? ¿ Por qué miras ahí ? 

  - Porque eso anoche estaba negro ... - lo miré algo asustada. 

  - Anoche tenías fiebre, tenías alucinaciones. - Alex acariciaba a la pequeña que aun dormía. - Asustaste a Sally. 

  - Y si todo fue una alucinación  .... ¿ dónde esta Carol ? - lo miré con los ojos llenos de lágrimas. 

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  Creo que no es muy largo, pero os aseguro que me va a costar bastante escribir esta historia. Es algo nuevo para mi y me va a ser difícil llevarla con rapidez y normalidad ... Os doy las gracias a aquellos que me habéis animado a seguirla, veo que hay muchos/as interesados/as en esta nueva historia, lo cual me pone en un doble o triple compromiso. Aun así espero no defraudaros y que os guste mucho. Muaks.

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⏰ Última actualización: Mar 08, 2016 ⏰

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