Lo único que recuerdo son luces y locura. Recuerdo a mi amigo Martín cogiéndome del brazo y diciéndome que era muy tarde, que nos teníamos que ir a casa y la frase de 'Cómo conocí a vuestra madre': "Nunca ocurre nada bueno después de las dos de la mañana". Sí, estoy de resaca. Tengo dolor de cabeza, como todos los domingos por la mañana. Antes de levantarme a desayunar y tomarme una aspirina, me quedo reflexionando sobre mañana. Joder, mañana, lunes. Como al 99% de la población humana con capacidad de razonamiento, soy una persona a la que no le gustan los lunes.
Primero me levanto a las 7:30. Bueno, mejor dicho me despierto. Levantarme, me levanto a las 7:40. Luego desayuno, me visto, me aseo y salgo de casa. Voy a trabajar. Trabajo de recepcionista en el hotel 'Abba', que está en la otra punta de Madrid, por lo que tengo que coger el metro todos los días laborables. Atiendo a guiris de 8:30 a 14:30. Me hablan en multitud de idiomas, aunque como fui a la Escuela de Idiomas, no me resulta muy complicado entenderme con ellos. Luego como en el hotel a las 15:00 con todo el personal. Sobre el personal, no me hablo mucho con ellos, lo normal, cuando hace falta. La única que es un poco maja es una señora de la limpieza. Después de comer, me voy a casa, de nuevo en metro. Cuando llego, dejo el abrigo en el armario y las llaves en el mueble de la entrada. Me tiro de plancha al sofá y enciendo la televisión. Cojo el iPad y compruebo el Instagram y el Twitter, a veces también el Snapchat. Luego reviso el WhattsApp, y como siempre, tengo unos 800 mensajes: 80% del grupo de mis amigos y amigas, 10% del grupo de mi familia y el 10% restante de chats individuales y grupos medio abandonados. Luego salgo al parque de la lado con Martín, mi mejor amigo. Nos sentamos en un banco, y empezamos a criticar a todo y a todos. También hablamos de los Youtubers que nos gustan. A mí, elrubius, y a él Juanmasaurus. Sí, Martín es gay. Planeamos nuestro futuro con ellos y como nos lo pasaríamos los cuatro juntos, nuestras bodas y nuestras aventuras. Sobre las 19:30 ya nos despedimos, con una despedida que, yo creo que si alguien la viese entera, llamaría a un científico para que la estudiase... Vuelvo a mi casa y me hago la cena. Ceno. Veo la televisión y reviso de nuevo el WhattsApp. Me voy a dormir, y pienso en el día de mañana, Martes, otra vez la misma rutina. Me duermo, y se vuelve a repetir la misma historia.
Ah, por cierto, me llamo Azahara, Azahara Cortés, soy española y tengo 20 años.
