capítulo 9

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Me desperté más temprano de lo normal por culpa del sol que salía por la ventana, la persiana no era manual sino que tenia un mando y como no lo encontraba me aguante y dormí así.

Eran las 9 de la mañana y en esa casa no se encontraba ni un alma, parecía que como si la tierra se los hubiese tragado.

Me senté en el sofá esperando a que alguien se levantara, me estaba muriendo de hambre y no era plan de hacerme el desayuno como si fuera dueña y señora de la casa; estaba pensando en esto cuando sonó el timbre.

Abrí la puerta pensando que era Niall pero a menos que se hubiese hecho un cambio de sexo y cirujia estética no era; delante de mi se encontraba una chica de unos veinte años, morena y muy pintada.

-Hola, ¿donde esta Niall?- no me dejo contestar-¿No me digas que aún sigue durmiendo?, por cierto, has hecho un buen trabajo aqui, si fuera por Niall lo tendria todo hecho un estercolero

-¿Perdona?, ¿Que?- como podía comprobar me habia confundido con la chacha

-Ay, ¿no sabes ingles?, TE DECIA QUE HAS... bueno no me da tiempo he quedado Niall

Parecía cosa del destino pero en ese momento llegaron los niños completamente vestidos, con solo una amenaza los habia educado, si es que soy una buena niñera despues de todo

-Nos tenemos que ir ya, coged vuestras maletas

La chica se dirigia a la habitación de Niall, asi que sin interrumpir y tan invisible como siempre salí de la casa para dejarles intimidad.

-Shirley-dijo Casper riendose- tienes puesto el pijama

-Da igual- dije con desgana

Nos montamos a un taxi y llegamos a casa, los chicos se fueron con su madre y yo fui a mi salón a tirar ciertos libros en los que el amor era el tema principial, parece que no habia aprendido la lección, siempre caia en la misma trampa.

Ni una llamada, ni un mensaje, Niall pasaba de mi, me habia hecho ilusiones, que ingenua soy.

Me levanté como quien tiene un resacón fui arrastrando los pies hasta la cocina y me bebí toda la leche que quedaba, estaba caducada pero me daba igual, este era el día del año que más odiaba: mi cumpleaños 

Me quedé tumbada en el sofá desde las ocho de la mañana hasta las doce comiendo cereales como si fueran patatas fritas de bolsa y ojeandome "bajo la misma estrella", el único libro de amor que no tiré, le tenia mucho cariño; pronto empecé a notar como se ponía borrosa la vista y acto seguido vino el diluvio, no sabia bien porque lloraba, ¿por el libro?, ¿por el día que era hoy?, ¿por que me estaba enamorando de Niall y él tenía novia?, supongo que era una mezcla de todo.

El timbre sonó y aunque estaba con los ojos rojos, pelos de loca y pijama me daba igual, no tenia ganas de nada.

-CUMPLEAÑOS FELIZ, CUMPLEAÑOS FELIZ, TE DESEAMOS NOAH Y YO, CUMPLEAÑOS FELIZ

Ahí estaba Dylan el uníco buen amigo que tenía desde hace tiempo y el que la habia cagado al hacer eso

-Venga, sopla- dijo Dylan feliz

Así lo hice; tan fuerte como si quisiera dejar salir mi alma por la boca

-¿Has pedido un deseo?

-No- contesté borde

Dylan se dirigió a su hermana Noah, sabía que era ella porque la habia visto en fotos

-Antes era así, luego se le bajo los humos, pero ha vuelto a las andadas- explicó 

-No cuchichees con tu hermana de mi

Encima que era este día y tenia al imbecil de Dylan con sus ocurrencias tenía que ver como su hermana terminaba de machacar mi autoestima, esa chica era prácticamente perfecta, unos grandes ojos almendrados cuyo color era imposible de saber , un largo y rojo pelo tan bonito que hasta la sirenita lo envidiaria, por no hablar de sus piernas iba totalmente plana y parecía que llevaba tacones de aguja de quince centímetros

-Lo siento- la miré de arriba abajo- no estoy presentable

-Me tenias que haber visto cuando me he levantado, ¿Crees que esto se consigue por arte de magia?-río

La chica me pareció muy simpática asi que se quedaron conmigo y tomamos algo de tarta, me lo tomaría como un día más, no era mi cumpleaños y punto.

Al final se quedaron a comer pero despues de que Noah apreciara mis grandes ojeras tuvo la idea de marcharse con su hermano y dejarme dormir

Fue uno de esos días en los que no hice nada, pero nada de nada, bueno sí conté las losetas del suelo del salón, cincuenta y cinco, iba a seguir con mi asombrosa actividad cuando sonó el timbre, otra vez.

-Dylan haz caso a tu hermana y dejame dormir de una maldita vez- abrí la puerta de un tirón

-No soy Dylan, y no tengo hermana pero felicidades- dijo Niall

Le dejé pasar dentro sin decirle gracias

-¿Que haces aqui? ¿Como sabes que es mi cumpleaños?

-Nos lo digimos en las cincuenta preguntas ¿te acuerdas?, cuando nos aburriamos por la noche

-Cierto... gracias, Seguro que solo te acuerdas de eso...

-No, me acuerdo que dijistes de que querias uno

Y me dió una caja.

CAMBIO DE AIRES, CAMBIO DE PENSAMIENTOS onedirectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora