Singularity ✦ kv os

SINGULARITY

[Lunes]

Escuchó el sonido de algo romperse.
Despertó del sueño.

Una voz llena de desconocimiento inundó sus oídos. Cubrió sus ojos intentando conciliar su sueño una vez más.

Sus gritos eran mudos pero aun así su garganta dolía y su corazón latía fuertemente. Fue imposible ocultarlo. Abrió su boca en busca de ayuda.

No tenía voz.
Se levantó del pequeño trance forzando su garganta una vez más y lo vio a él. Sus lágrimas adornaban sus hermosas mejillas mientras observaba al lindo azabache que se encontraba de repente sentado a su lado.

"Aquí estoy, voy a cuidarte. No llores por favor."

Su voz era suave y acogedora como una pequeña manta que lo podría cubrir hasta en los días de verano en los que sería insoportable su calidez. Quiso contestarle a aquel extraño chico.
Intentó hablar.

No tenía voz.
El azabache acarició uno de sus hermosos mechones castaños brillantes mientras daba suaves besos en las rojas y húmedas mejillas del contrario.

Cayó lentamente, y sin querer hacerlo se perdió en el brillo de sus ojos.

...
[Martes]

No tomo aquellas pastillas que su papá dejo en su habitación.
No vio de nuevo al lindo azabache.

Sentía el vacío de su ausencia y el dolor que causó.
Quería verlo una vez más, quería tocarlo y preguntarle todo lo que lo atormentó durante las últimas horas. Quería contarle como estuvo su día y decirle que aún no tenía amigos.

Quería decirle que era un joven de veintidós años que lo necesitaba a su lado.

...
[Miercoles]

Llego tarde a casa, su madre no estaba allí. Corrió hacia la habitación de su padre y agarró el pequeño tarro en donde se encontraban muchas más de aquellas pastillas.

Tomó dos.

Se acostó en su cama.

Escuchó ese sonido otra vez. Escuchó como algo se rompía.
Estaba soñando, el sonido era más fuerte, agudo y ensordecedor.

El agonizante dolor seguía siendo el mismo. Su garganta seguía ardiendo de la misma forma, aun así, enterró su voz por él.
Intentó gritar.

Una suave voz salió de sus rosados labios.

Sintió como una fría mano se posaba en sus labios. Abrió los ojos aún más.
Ahí estaba. Sonrió al notar su presencia. Compuso su postura y se sentó en la cama, aún con la mano del chico en su boca.

"No te esfuerces ¿De acuerdo? Sé que duele."

Asintió levemente mientras sus ojos se iluminaban y una hermosa sonrisa adornaba su rostro.

"Me extrañaste ¿verdad?"

Intentó susurrar con el punzante dolor.