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Estoy pensando en ti y en mí.


Le miró con atención, sosteniendo su cabeza sobre el dorso de su mano derecha. Yoongi relamió sus labios, observando con atención la espalda ancha del pelinegro, quien se concentraba escribiendo en la pizarra, Yoongi bajó la mirada, de aquella buena vista para bajar hacía su trasero sin poder evitar sonrojarse por mirar esa parte del cuerpo del mayor y entonces, se reprendió mentalmente por mirarle de esa forma cuando él lo había tratado pésimo el día anterior. Negó con la cabeza, sintiéndose molesto consigo mismo y sin poder evitarlo, regresar nuevamente la mirada hacía él.

Seokjin suspiró, dejando de escribir para darse la vuelta y fijar su vista en el pelinegro quien rápidamente apartó la mirada de él. Observó a sus alumnos, quienes se encontraban con la vista en la página del libro había solicitado que leyeran, metió sus manos hacía los bolsillos de su pantalón, regresando la vista hacía Yoongi quien al tener contacto visual con su profesor soltó un gruñido.
—Joven Min, ¿puede ayudarme a traer las pruebas?—habló el pelinegro, Yoongi asintió con la cabeza.

Jungkook despegó la vista de su libro de texto para mirar directamente hacía su profesor, quien se encontraba a punto de salir del aula con Yoongi detrás de él. El azabache ladeó la cabeza e hizo una pequeña mueca, ¿por qué le pedía ayuda a Yoongi cuando él es el representante?, arrugó su nariz, negando con la cabeza, regresando sin más que hacer su vista al libro.

—¿Por qué me has pedido mi ayuda?, Jungkook es el representante—comentó el menor, caminando detrás de él por los pasillos del edificio.

—¿Quieres dejar de observarme de ésa manera en clases?—dijo, doblando en el siguiente pasillo y bajando las escaleras con rapidez.

Yoongi le seguía el paso, frunciendo el ceño por sus palabras.
—Yo no lo estaba mirando.

—Sentí su mirada en mí, Min-respondió—. Y no era una mirada inquisitiva, me mirabas de otra manera.

Yoongi hizo un puchero. Tal vez, lo estaba mirando solo un poco.
—Bien, crea lo que quiera, pero yo no lo miraba con deseo.

—Nunca dije que era de deseo, Min—contestó con su voz seria y con una pequeña sonrisa adornando su atractivo rostro.

El pelinegro mordió su labio inferior, sintiéndose avergonzado por ello.

—Me hace sentir mejor que no estés molesto conmigo por lo de ayer—habló Seokjin, entrando a su cubículo y observando la sala restante vacía. Yoongi lo siguió dentro de la sala de profesores.

—Ah, lo estoy...—recordó, haciendo una mueca en sus labios.

Pero verlo, ver lo hermoso que es, me hace entrar en conflicto conmigo mismo. Pensó.

—Lamento aquello, no creí ser grosero cuando hablaba contigo, es sólo que... eres mi alumno, y el hermanito menor de Namjoon, digo, es algo completamente loco. Jamás creí volver a verte después de estos años—comentó, sentándose en su silla y buscando algo en la mesa de trabajo.

Yoongi rodó los ojos.
—¿Cuántas veces tendré que repetirle que deje de vincularme con ése estúpido?

Seokjin se giró hacía él.
—¿Por qué tienes odio hacía él?

El menor rió, cerrando sus ojos por aquello.
—¿No debería de estar buscando las pruebas que nos pondrá en lugar de intentar averiguar algo que no le corresponde?—respondió irritado. 

Seokjin sonrío.
—Puedo hacer las dos cosas, buscar las pruebas y escucharte. Habla—pidió, regresando la vista hacía la mesa.

—Mmmh, definitivamente regresaré al salón—Yoongi se dio la vuelta, con la intención de marcharse de aquél lugar para evadir la pregunta del mayor, pero en cuanto intentó avanzar, sintió la mano del contrario en su antebrazo, haciéndolo voltear nuevamente su cuerpo hacía él. Yoongi intentó zafarse pero lo único que logró fue que Seokjin lo atrajo hacía él, logrando que el pelinegro se inclinara, quedando cerca del rostro del más alto.

—Ayer, te viste muy afectado con el tema de la familia de Namjoon, Yoongi, te lo pido que me digas porque tienes tanto odio hacía ellos —comentó el pelinegro, mirando directamente hacía los ojos del menor.

Yoongi sonrío, acercándose más al rostro del contrario, rosando sus narices consiguiendo que su profesor se sintiera nervioso ante el roce.

—Bien, se lo diré—accedió el menor, llevando su mano derecha hacía el rostro del mayor, acariciando con sus dedos su mejilla. Seokjin tragó su saliva al sentir la mano del menor acariciarlo, sintiéndose nervioso y en una situación no apta, soltó su antebrazo pero Yoongi no apartó su mano de él—, Se lo diré, cuando esté completamente seguro que no dirás nada, que no arruinarás mis planes, que me amaras tanto que no podrás delatarme, entonces, cuando esté seguro de ello, te lo contaré.

Kim frunció el ceño, sintiéndose confundido por las últimas palabras del menor. ¿Qué trataba de decir?

—No te entiendo, ¿por qué dices todo esto?

Yoongi sonrío, apartando su mano.

—Lo digo, porque haré que caigas por mí, sé que volverás a preocuparte por mí, que me pensarás, que me querrás pero dudarás en hacerlo porque no soy alguien bueno.

Seokjin observó con atención al menor, quien caminaba hacía la salida del salón.
—¿No eres alguien bueno? Min, juro que no te estoy...

—Profesor Kim. Volveré al salón —aviso, con una tierna sonrisa antes de salir del lugar, con su corazón latiendo con fuerza.

Yoongi sonrío.

No podía esperar más.







esto es algo lento y aburrido:( perdón por eso.

éste capítulo sólo trató de jin y yoongi, pero irán apareciendo los demás chicos dentro de poco c:

pero bueno, gracias por leer!



scary love ; jinsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora