Yellow Stars [Estrellas Amarillas] KiriBaku/BakuShima

1. Despertador

La primer cosa que debes de tener en cuenta cuando despiertas, es que tu alarma no debe ser aquella canción que sea tu preferida. O termina de dos distintas maneras:

1. La odias con todo tu ser.

2. Despiertas tan de buen humor que nadie te lo cree.

Chris Martin tenía el talento para hacerte sentir en las mismas estrellas como en el mismísimo purgatorio, perdido y sin ilusiones. Pero es que... él era como un ángel, aquel que te hacía sentir tan en sintonía con su melodiosa voz.

Aunque su madre no pensara lo mismo, ella estaba realmente harta de escuchar a ese hombre todos los días, desde que su preciosa bendición o criatura del señor despegaba los ojos.

Exacto, Kirishima Eijirou tenía una obsesión casi (porque aún no tenía todos los discos) enfermiza hacia Coldplay. Sí, esa banda británica que llevaba color con su último disco, casi tan homosexual como la bandera gay. Aunque siendo sinceros, no tenía ningún punto en común.

Ella no lo sabía, pero Eijirou tuvo un amor tan insistente a esa banda de la noche a la mañana que dejó de lado a AC/DC, KISS, Radiohead, Guns N' Roses, entre otras más... No tenía sentido. En verdad. Por que... bueno, no había un punto en comparación. Pero, lo atribuía a los intentos de pertenencia hacia la sociedad o algún punto... ¡Hasta los cabellos se los pintó a rojo! ¡Y ella misma tuvo que aplicarle el tinte! Porque al jovencito le daba vergüenza ir a una peluquería a que un experto se lo hiciera. Agradecía todavía no haberlo dejado calvo, o sino su tesorito la odiaría de por vida.

Pero, volviendo al punto inicial, Eijirou siempre despertaba con las canciones de toda la disco-grafía de Coldplay, hoy había tocado: "The scientist", mientras el joven tomaba su celular para fingir que era su micrófono, éste seguía sonando con fuerza junto con sus gritos, era tanto el sentimiento que su mismo cachorro le había hecho segunda para empezar a aullar. Cuando terminó la canción, (mientras aún fingía que tocaba el piano imaginariamente), su madre entró por la puerta de su cuarto y él corrió a abrazarla.

-¡ES HOOOOOOOY! -la pobre mujer casi se queda sorda, y entonces recordó por un micro instante que verlo así de feliz era lo mejor que podía sucederle.

-Sé que es hoy, lo colocaste con pos-it en casi toda la casa, e incluso me enviaste como mil mensajes ayer por What'sApp para recordarmelo, y para acabarla de rematar, te dormiste a las 3 de la mañana escuchando todo el disco de A Head Full Of Dreams, y sí, ya me sé todas las canciones gracias a ti jovencito -le había estado apretando las mejillas de lado a lado para que su inquieta criatura del señor le pusiera la debida atención.

Eijirou sonrió aunque le dolían las mejillas y sus cabellos desparramados cubrieran un poco sus hermosos ojos.

-Apuesto a que tu inglés mejoró demasiado mamá... -comentó levantando sus cejas pícaramente y su progenitora le golpeó la frente.