Prologo

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En medio de la noche, su espalda le ardía del lugar donde antes estaban sus alas, ante sus ojos todo pasó muy rápido, el castaño lo abrazo, él lo miro, el castaño le sonrió y su pecho comenzó a sangrar, él había recibido la flecha que iba dirigida al Ángel. Los ojos de ambos se llenaron de lágrimas.

—¿Kookie? ¡No!... ¿Por qué?... ¿Por qué lo hiciste?
—Yo jamás dejaría que algo te pasara... Por qué... Te amo... Tae —el castaño beso tiernamente los labios del rubio y su cuerpo se desplomó hacia el suelo.

Cayendo muerto.

Un Ángel Viene a Verme Donde viven las historias. Descúbrelo ahora