Parte IV

4K 211 61
                                    

—Madison nena—la movió suavemente haciéndola reaccionar. Alzó la vista mirando a su chico y negó con los ojos aguados. Esto no podía estar pasándole, no. Él no podía estar preguntándole eso, tenia que ser una broma ¿No? Él no podía estar hablando enserio. Muchas veces le había dicho que quería estar con ella para toda la vida, pero jamás había mencionado la palabra matrimonio. Es mas, en una ocasión dijo que no creía en ellos por como su papá abandonó a su mamá por otra. Así que, no debía cogerse enserio su pregunta ¿No? Suspiró mirando a su chico y Justin se sentó en la cama haciendo que lo mirara. –¿Qué pasa? —preguntó preocupado al ver su palidez y sus ojos aguados.

— ¿Estás hablando enserio? —preguntó y Justin sonrió. Ahora entendía porque se había puesto así, ella creía que él solo estaba bromeando como muchas veces hizo en el pasado, pero esta vez no era una broma. Esta vez si era enserio, si quería casarse con ella. Ya no había porque perder tiempo, habían perdido ya dos años, Justin no quería seguir perdiendo mas. Quería casarse con su chica, quería que ella llevara su apellido y que juntos comenzaran una nueva vida juntos como casados. Quería que empezaran a crear un hogar, un matrimonio con solidez, fidelidad, amor y mas adelante con una familia. Pero quería hacerlo ya, quería casarse con su chica. Llevaba años soñando con ese momento, con ver a su chica vestida de blanco yendo de la mano de su abuelo. Había soñado con ese día tan especial y moría por haberlo realidad.

—Por supuesto que si nena, te amo y quiero casarme contigo—sonrió acariciándole las mejillas y Madison negó con incredulidad. Esto no podía estar pasándole. —Llevo años queriéndolo hacer nena, quiero convertirte en mi esposa, en mi mujer—sonrió poniéndose de pie yendo a su mochila donde sacó la caja del anillo y Madison pareció al verla. —Quiero que todos sepan que eres mi esposa, que te vean en la calle y te llamen Madison Bieber, ¿Suena bien verdad? —preguntó. —Muero por verte entrar al altar con tu vestido de novia blanco—susurró besando el cuello de esta. —Que todos vean el ángel con el que pasaré el resto de mis días, quiero que todos sientan envidia de mi, de nosotros por tener un amor incondicional, puro y honesto—sonrió viéndola. —Así que, ¿Aceptas casarte conmigo? —preguntó y esta miró el hermoso anillo que este le mostraba. Era sencillo y precioso, simplemente perfecto para ella. Madison sintió su corazón romperse al ver los ojos lleno de emoción de su chico. ¿Por qué le hacia esto? ¿Por qué la miraba así? Ella no podía casarse con él, no luego de lo que le había hecho, no luego de haberlo engañado y fallado. No, no podía aceptarlo. Por mas que quisiera cumplir su sueño de pertenecerle a su chico para siempre, llevar su apellido y pasar el resto de sus días a su lado, eso no podía pasar. No podía casarse con su chico, no seria justo para él luego de lo que ella le hizo. ¿Pero como se lo decía? —Llevo tres años guardándolo porque quería hacerlo perfecto, quería sorprenderte, pero me ganó la emoción—rio avergonzado y Madison miró el anillo.

—Es precioso—susurró con la voz quebrada y alzo la vista. Ahí estaban esos ojos mieles, mirándola con amor, con pasión, pero sobre todo con emoción. Él de verdad quería casarse con ella, él de verdad la amaba y creía en ella. Sollozó negando, no podía aceptarlo. Por mas que quisiera hacerlo, no podía. Su Justin no lo merecía. —Justin, yo...—se calló al ver los ojos aguados de su chico. ¡Mierda! Su silencio lo estaba lastimando, no quería mas eso. Miró el anillo y sonrió con los ojos aguados. Ese anillo podía ser la oportunidad de empezar de nuevo, de crear una nueva vida junto a su chico demostrándole cuanto lo amaba y cuan arrepentida estaba de lo que hizo meses atrás. Ese anillo podía ser la llave a una nueva vida, a una nueva Madison.

— ¿No quieres casarte conmigo? —preguntó Justin dolido y esta lo miró a los ojos. Sintió su corazón romperse al ver duda en los ojos de su chica. Ella estaba dudando de aceptar casarse con él, estaba dudando de él. Mierda, eso no se lo esperaba. Su mayor miedo se estaba haciendo presente. Su chica ya no se sentía igual respecto a él. Ella ya no lo amaba, ¡Maldita sea! Justin sollozó negando. había sido un idiota, un completo idiota al pensar que esos dos años no cambiarían nada. —Soy un idiota, creí que estos dos años no cambiaria nada, pero al perecer si—rio con amargura y Madison negó llorando. No había cambiado nada, no como él pensaba. Ella seguía amándolo igual que hace años cuando se conocieron, igual que cuando se hicieron novios, igual cuando tuvo su primera vez, igual cuando se despidieron e igual cuando volvió. Su amor no había cambiado, incluso si había cometido la estupidez de acostarse con otro chico. Incluso en ese momento en quien pensó y llamó en el acto fue su chico, su Justin. —Olvídalo—dijo tirando la caja al piso y Madison se puso de pie cogiéndola.

Photograph {Historia Corta}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora