Cumpleaños y travesuras

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Al pasar unos añitos mi sobrina y yo seguíamos juntos y festejábamos los cumpleaños juntos, mordiéndole al pastel, recibiendo regalos y divirtiéndonos mucho.
Cada cumpleaños tenía algo especial, no sé qué pero algo que lo hacía asombroso.
Con forme íbamos cumpliendo años, cada vez nos volvíamos más berrinchudos y traviesos, a veces queríamos cosas que no podíamos tener, y teníamos cosas que no queríamos tener, nos tomaban muchas fotos, ya sea que estuviéramos en la alberca que nos compraron o en calzoncillos o ahí mismo en las travesuras que hacíamos, si nos regalaban pero al mismo tiempo no nos decían mucho porque estábamos chiquitos aún y no comprendíamos bien lo que hacíamos, así que nosotros éramos felices de la vida el hacer travesuras y los cumpleaños más porque recibíamos muchos regalos que entre los 2 nos compartíamos y era una infancia muy bonita.

Travesuras

Nuestras travesuras eran muy comunes en nosotros y más por ser chiquitos, por ejemplo:

1- Tirar los huevos del refrigerador.
2-Jugar en un pozo chiquito, hacharle agua y hechas a perder una ropa nueva.
3-Pintar las paredes con nuestras manitas.
4-Llenar la alberca con carritos y muñecas.
5-Tirar la azúcar en medio de la cocina.
6-Cuando nos daban comida y no nos gustaba aventarla.
7-Cuando estábamos más chiquitos y nos cambiaban la sapeta, hacernos pipí cuando nos la quitaban y mojar a mi hermana.

Entre muchas otras travesuras.

Hasta que llegó la hora de que mamá trabajase...
(Más de esto en el siguiente capítulo).

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