Naufrago, mi historia.

capitulo 1

Abrí los ojos y vi lo más bonito que he visto en mi vida. Un cielo precioso, 0 nubes, un silencio abrumador, pero en cuestión de  un segundo un pitido invadía mis oídos, solo escuchaba gritos, gritos de desesperación, ese fue mi segundo, ese segundo en el que sabes que tu vida a cambiado radicalmente. Es hora de que conozcáis mi historia.

Mi nombre es Nana, acabo de cumplir 18 años, soy una chica ni muy alta,  ni muy baja,  pelo castaño, delgada, y con un carácter un poco fuerte.

Acabamos de terminar todos los exámenes, en una semana nos dan el boletín de las notas.  Y si digo acabamos por que hablo por todos,  mi equipo. Os voy a decir cuantos somos. Os voy a hablar de mis mejores amigos.
Sara es una chica bajita, pelo oscuro, ojos grandes, ella es muy optimista y alegre.
Dani es un chico alto, delgado, pelo castaño, nunca lo he visto tomando una decisión seria.
Levi es un chico  de pelo castaño oscuro, alto, es un chico un poco negativo, siempre ve el lado malo de las cosas. Pero igualmente es alguien imprescindible en el grupo como todos.
Y por último Ares, chico bajito, gracioso, el alma viva del grupo, siempre nos anima a todos cuando estamos mal.

Todas las semanas siempre nos juntamos un día,  para hacer una reunión del grupo. Siempre quedamos en un sitio en especial. Al final de la calle del instituto hay una casa abandonada, y siempre los miercoles después de clases nos íbamos directos a la casa,  o como nosotros le llamábamos,  la madriguera. Ahí siempre decidiamos que haríamos esa semana,  planes que teníamos de futuro.... Pero un martes al acabar las clases, nos volvimos a reunir, Sara venia a contarnos algo en concreto, hicimos un corro como de costumbre y empezó a contarnos un proyecto que sonaba de maravilla
-que os parecería que después de un largo año, estudiando tantas noches sin dormir, tantos días tomando café para sacar buenas notas y poder sacar el año,  que os parece hacer las vacaciones que nos merecemos? -comentaba Sara.
-como unas vacaciones Sara, la última vez que dijimos vamos de vacaciones todos juntos, nos fuimos a la casa de campo de levi a pasar una semana,  y luego sus padres nos echaron la culpa por dejarlo todo hecho un desastre -replico Ares.
-No,  esta vez de verdad, nos vamos todos juntos una semana a cualquier parte del mundo, que os parece a los ángeles, es una ciudad preciosa que siempre he querido visitar. -dice Sara.
-la verdad no es tan mala idea, llevamos trabajando casi dos años por la tardes para ahorrar, ea nuestro momento -dice emocionado Levi

Y así fue, Sara, Ares y yo nos encarguemos de reservar unas habitaciones de hotel a las afueras de la ciudad,  mientras Levi y Dani se encargaban de sacar los billetes de avión,  en cuestión de dos semanas ya estábamos haciendo las maletas para disfrutar de las mejores vacaciones de  nuestras vidas.
Mama se enfado conmigo por que pronto tendria que ir a la universidad y me había gastado parte de mis ahorros en ese viaje,  pero realmente me lo merecía después de tanto trabajar para conseguir ese dinero.
Allí estábamos 14 de julio eran las 3 de la madrugada ya que a las 5 salia nuestro vuelo.  Estábamos muy emocionados todos.
Ya estábamos en el avión, a Levi le dan miedo las alturas por lo que yo estaba a su lado dándole la mano, eso le tranquilizaba. El viaje iba bien, yo leía un libro, y Levi me contaba que cuando llegásemos iríamos a un restaurante a comer por que el siempre tiene hambre.
Tras unas dos horas de viaje, empezaron unas leves turbulencias, Levi estaba aterrado y me apretaba con fuerza la mano mientras intentaba tranquilizarlo diciéndole que solo son pequeñas corrientes de aire,  pero iba a más,  ya no sabia que decirle, en un segundo sentía una fuerte presión en mi pecho, y las mascarillas de oxígeno del avión saltaron sobre nuestras cabezas,  me sentía paralizada, no podía moverme, Levi me apretaba tan fuerte la mano que solo sentía la presión en mis dedos, mire acia mi lado y solo veía caras de pánico, sentía frío, sentía como si mi cuerpo no estuviera sentado en ese asiento. Mire a Levi que se acercó a mi odio y me dijo tengo miedo. Despues de eso solo sentí paz, sentí calma y tranquilidad, y ahí fue cuando abrí mis ojos.