Keith
Se removía entre las sabanas, incapáz de conciliar el sueño. Suspiró contra la almohada e intentó cerrando los ojos y esperando a que el sueño llegara, en vano. Eran más allá de las tres de la mañana, hacía unas horas habían regresado de una importante misión, todos parecían exhaustos, y él también recordaba haberlo estado. Se había excusado de la cena para luego tomar un largo baño. Aquello no parecía haberles extrañado a los demás paladines, quienes después de cenar se retiraron a sus respectivas habitaciones. Pero el paladin rojo simplemente no podía dejar de pensar, cada vez que cerraba los ojos, cada vez que intentaba pensar en otra cosa, incluso cuando se levantaba e intentaba entretenerse en algo más, lo ocurrido hace unas horas volvía hacía él, acaparando todos sus pensamientos.
La misión de la cual regresaba no era una misión convencional, era una misión de rescate. Y no un rescate cualquiera, sino el rescate de uno de los miembros de voltron. Tras una semana de incertidumbre e investigaciones sin descanso, el equipo voltron había conseguido localizar el paradero del paladin azul, y tras una ferviente batalla, lo arrancaron de las garras de los galras, quienes lo habían tomado como rehén a cambio de los leones.
Algo había pasado durante aquella semana, Lance no había querido compartirlo con nadie pero Keith podía verlo reflejado en su mirada, era como si el moreno se hubiera apagado. En todo el camino de regreso Lance no había proferido palabra alguna, no había reído ni bromeado, siquiera le había reñido a su rival. Simplemente se mantenía en silencio. Y Keith no podía evitar preguntarse por lo que había pasado el ojiazul, lo que tenía que haber visto para que la luz en sus ojos se extinguiera de esa forma. No era como si extrañara las estúpidas bromas de Lance, simplemente era que, a fin de cuentas, eran compañeros, y no podía evitar preocuparse por él.
Giró y se colocó boca abajo, respirando contra el colchón. Volvió a intentar relajándose, pero las ideas que se agolpaban en su mente le impidieron concentrarse. Gruñó y se revolvió en su lugar.
Y entonces, sin previo aviso, el suave eco de un llanto lo sacó de sus pensamientos. Aún cuando el sonido era acallado por las paredes y la distancia, era un llanto desgarrador, acompañado por sollozos e hipeos descontrolados. Keith se incorporó de golpe. Un escalofrío lo recorrió de pies a cabeza, algo andaba mal. No tuvo tiempo para asimilar sus acciones, y en menos de tres segundos ya se encontraba sentado en la orilla de la cama, empujado por un sentimiento de urgencia que crecía en su pecho. Y por descabellado que aquello sonara, sólo pudo imaginar a una persona sollozando en la oscuridad. Algo en su cavidad toráxica se presionó contra sus costillas. Antes de darse cuenta, ya estaba empujando la puerta de su habitación, saliendo así al pasillo, sin reparar siquiera en que se encontraba en piyama. Cruzó hasta llegar a la puerta contraria a la suya, los sollozos se hicieron más notorios. Su estómago dió un vuelco. Las ansias pudieron con él, y tocó la puerta quedamente, tres veces.
El llanto no paró.
"¿Lance?" murmuró, notando que en su voz había un tono de preocupación que él no identificaba como propio.
No hubo respuesta.
Pensó en retirarse, pero la simple idea de abandonar a Lance cuando este se sentía así le impedía dar un paso atrás. Urgido por sus instintos y contra todo pronóstico, abrió la puerta.El cuarto estaba sumido en las sombras, así que se dejó guiar por su sentido del oído. Su corazón dió un vuelco, los sollozos transmitían tanto dolor, tanto miedo. No quería escuchar eso salir de Lance, simplemente no quería. Antes de poder cuestionar sus acciones, dió tres pasos tambaleantes hacia la cama en donde el paladín azul se encogía.
Un rayo de luz se escurría por la ventana, iluminando el afligido rostro del paladin azul. Parecía estar dormido, atrapado en sus pesadillas. Keith corrió a su lado, le parecía algo tan cruel por parte de la naturaleza humana el encerrarlo en su propia mente con recuerdos tan dolorosos.
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Plan Maestro [Klance Fanfiction] ❤💙
FanfictionCansados de la palpable tensión entre los paladines azul y rojo, el equipo Voltron decide tomar cartas en el asunto y realizar un plan para emparejarlos de una vez por todas. Pero después de pesadillas, constántes insinuaciones y miradas sobre el ho...