Disaster

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La luna estaba en su punto más alto, brillando para nosotros los mundanos que gozaban bailar bajo su baño de luz. Las estrellas tintinean y acompañando en su resplandor, quería ver a alguna caer y así poder pedir un deseo; saber expresarme.

Soy perfectamente consciente de lo hermoso que luce ahora y por más palabras que tengo en la cabeza para describir, a la hora de querer trazarlas en papel o liberarlas por mis labios, pareciera ser como si de pronto mi capacidad y cuerpo hablaran otro idioma que mi razón no entiende.

Me removí una vez más, llevando mi peso al otro pie y bebí de mi cerveza, guardé mi teléfono celular y suspiré molesto. Molesto conmigo mismo, por tener tanto que decir pero no saber como decirlo, no saber como formularlo, no saber como: expresarlo.

Me quejé entre dientes, jugando con la lata, mi vista periférica me permitió ver a un rubio recargarse en el balcón al igual que yo y la presencia golpea mi consciencia, me hace sentirme alerta, por lo que me giré un poco al oírle suspirar y mi estómago dio un vuelco.

⸺La luna se ve hermosa, ¿no es así? ⸺habló, haciendo temblar mis piernas y acelerando mi corazón. No solo por ser un alfa, sino que le conocía ⸺. Me dan ganas de aullarle por más primitivo que llegue a ser.

⸺Sí ⸺respondí, corto, sin más detalles. «Estúpido, así no vas a lograr que te note después » ⸺. Digo, sí. Es hermosa y sí, aullar. 

El alfa pareció notar mi nerviosismo porque me miró. Esa siempre amable mirada que parecía volverse oscura al observar directamente me estaba haciendo sentir intimidado. Estaba enamorado de él pese a no tener una cercanía directa, prácticamente era mi crush.

⸺¿Por qué no estás dentro en la fiesta?

⸺No soy de fiestas ⸺confesé, intenté mantener mi mirada en la luna, para no salir corriendo como quería hacer. Excusarme con algo tonto y desaparecer.

⸺¿Y por qué estás en una? ⸺preguntó, aún mirándome.

⸺Mi mejor amiga me arrastró para estar aquí con ella y que no estuviera sola, el plan era estar juntos como ya no hacíamos, pero vio al chico que le gusta y me dejó.

Luego de un asentimiento que percibí claramente acompañado de un "entiendo" sencillo, volvió su mirada a la luna, dejándome respirar. El chico alto, de cabello rubio y sedoso, de nariz larga, respingada, ojos azules, labios ovalados siempre mostrando una sonrisa amable; se presentó, usando su bonita y gruesa voz para pronunciar su nombres: Leonel Beckett. Pero todos le decían Leo, algunas veces Beck.

⸺Lo sé ⸺respondí de inmediato. Quería darme de golpes estando nervioso, seguramente pensaba que yo era raro o grosero. Solía sucederme a menudo. Mi lobo en el interior se removía ansioso, no sabía si era una ansiedad verdadera o el nerviosismo de gustar de él ⸺. Di... di... digo, cualquiera sabe quién eres.

⸺Eso me hace sentir halagado, pero aún así, me presento ⸺podía escuchar un poco de burla en su voz. Lo tomé como humor, pero me hizo estar más nervioso. Me sudaban las manos y como él no sabía aquello, se sintió libre de girarse en mi dirección una vez más, extendiendo su mano ⸺. Soy Leonel Beckett, me puedes decir Leo.

Por fin, giré a verle. No debí girar a verle. Había visto sus ojos en las fotos de su instagram -por la cual nos seguíamos mutuamente, pero él seguía a todo el mundo- y, portaba una sonrisa ladina, la que algunas veces salía, robando suspiros con asomar tantito el colmillo. Tenía una mortal belleza.

i n c o m p a r a b l e.

« Apolo, estaré soñando
pues hay un Dios entre
los mortales aquí conmigo,
que bajo del mismo olimpo
para dar una muestra del
arte real y de la luz verdadera,
irradiada por un ser lejos de

Disaster | TWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora