La gran batalla por Norla

Escuadron 78

17 de Enero de 1918
Alemania
Escuadron 78, EEUU

Mi nombre es mike Jeferson agente especial de demolicion de EEUU, el as bajo la manga, por llamarlo haci, nuestro capitan llega firmemente colocandose enfrente de nosotros con voz de lider y su boz grave

-¡MUY BIEN! PATRULLA, Nuestro objetivo es adentrarnos en la base enemiga y destruir todos los generadores de energia, y de paso destruir los nuevos inventos que ese pais tenga en progreso. ¿¡ENTENDIDO?!-

-¡SI CAPITAN!- dijimos todos en conjunto y comensando a avansar a la aeronave de carga que no esperava para comensar la mision.

Nuestro grupo contaba de 4 hombres de elite inclullendome obviamente jeje, nuestra mision era llegar a la zona de aterrisaje y saltar en paracaidas, caer en la base principal y demolerlo desde adentro.

-¡Bien camaradas!, hora de partir, ¡Demuestren su balor y luchen por el pais!-dijo el capitan haciendo el jesto de saludo militar al final de la frace, a el cual todos respondimos -¡Si Señor!-

Ya podiamos movernos libremente o tomar tiempo para hacer mis quehaceres, cosa que solo ignore y me sente en una caja metalica a fumar un cigarro, cosa que realmente me relajaba.

Era nuevo en este lugar solo savia por conocidos que todas las semanas despegaban 30 aeronaves y regresavan 5, cosa que realmente no me ayudaba a relajarme, pensar que cualquier dia podia morir no me tranquilizaba, solo despejaba mi mente dejando de pensar en ello y mirando a mis alrededores el cual era un garage enorme con el aeronave de carga en medio, tenia el motor encendido y todos llevavan cajas por todos lados, una sala de reuniones al fondo donde actualmente se encontraba nuestro capitan hablando con el mayor y mis compañeros cada uno fue por su lado.

Sentia el cigarro tocando mis labios y el calor que me recorria por el interior. El frio abundaba en todos lados, teniamos calefactores grandes en partes de el garage los cuales varios se reunian solo para sentir ese calor.

Se escucha el sonido de timbre el cual me quita de mis pensamientos

-escuadron 78, preparense para el despegue- logre escuchar en los parlantes.

Tire mi cigarro, lo apague con el pie y fui directamente a el avion que estaba en medio el cual ya se encontraba nuestro capitan y el posible piloto y copiloto hablando. Me mantengo en pie en la entrada de cargas a esperar a mi grupo los cuales llegan poco despues.

-¡Atencion!- dice nuestro capitan donde respondemos con el tipico saludo

-Muy bien camaradas, el sera su piloto max marley, quien estara a cargo de nuestro viaje- dise nuestro capitan bastante orgulloso lo que hace que el piloto haga una pequeña reberencia sin decir una palabra, el tenia el pelo blanco, una cosa que muy pocas personas tienen de nacimiento, tenia un brazo mecanico lleno de metal de cobre unas tuercas que funcionan alunisono cuando lebanta el brazo. Es a lo que me llamo mas la atencion, he visto gente haci pero por lo que entendi son de clase alta. Al ver su vestimenta llebaba un traje lo vastante normal y un sombrero de copa un poco pequeño, me mirava con unos ojos serios haciendome sentir raro.

Todos pasamos dentro de la aeronave de metal reforzado con cobre, el cual nos defendera de las balas, o eso creo, dentro estaban tres cajas metalicas grandes amarradas a un paracaidas que se encontraba encima de cada uno, lograba ver al final donde se en
Encontrava la cabina de el piloto una escalera que llevava hasta el, unos cañones a cada lado de la aeronave nos protegerian de los posibles cuervos H4 o los soldados enemigos.

Escucho como se ensiende el conbustible para comensar a elevarse a poca altura y salir por la entrada de el garage, me agarro a unos barrotes de seguridad que se encontraban en todo el contorno de la aeronave ya que el movimiento era casi como el mar, al mirar al lugar de donde despegamos logro ver una cantidad lo bastante grande de grupos de aeronaves todas de distintas formas y tamaños, esos no eran 30 eran muchos mas, ¿que clase de ataque haremos?. Esto no es normal, solo resta relajarme con uno de esos buenos cigarros los cuales me relajan y me causan el necesario calmante que me hace falta para aceptar esta guerra y seguir adelante a pesar de las sircunstancias