Nunca viste
una sonrisa como la suya.
Tan bonita,
tan real.
Y mientras tú
la soñabas,
ella,
«Sonreír,
hasta que los huesos se claven en la ropa.
Sonreír,
hasta teñir el suelo de rojo.
Sonreír,
hasta que se lo crean.
Sonreír,
hasta creérselo.»
ESTÁS LEYENDO
Tu primera sílaba.
PoetryNo escribo para ti, para que lo leas, porque no sé ni si existes. Escribo para mí, para leerlo cuando necesite recordar, porque espero olvidarte.